En el capítulo anterior:
Alejandro despertó sin ganas
de ir a la escuela porque extrañaba sus amigos del lugar donde vivía antes con
su familia. Su madre lo trato de animar para que asistiera e incluso hasta lo
soborno con un helado. Alexandra sabía perfectamente los gustos de su hijo,
solo así lo logro convencerlo. También estaba la indiferencia de Eduardo,
aunque lo lastimaba su comportamiento no podía seguir con ello. Cuando creyó
que estaba perdido se presentó una oportunidad que cambiaría su enemistad con
él, además conoció a Jesús un chico de su edad.
Este asistía a la misma
escuela con la única diferencia de que asistía al otro grupo de primero pero
eso no impidió una amistad entre los dos. Jesús resulto un niño bastante alegre
con buenas intenciones que se acercó a él, cuando lo vio sentado comiendo le
hablo. Si bien en un principio se negó a contestarle con su carisma y simpatía
lo hizo reír, Alejandro entablo un dialogo con él. Además pudo asistir a un campamento con
Eduardo a las afueras de la ciudad. El lugar la hacienda “La Esmeralda”,
atendidos personalmente por descendiente directo del fundador.
Los niños se divirtieron mucho
en el rio, durante el primer día en su estancia en dicho lugar y hubo una
sorpresa para él. Los maestros se les ocurrió la brillante idea de ponerlos
juntos para compartir la tienda de campaña, así se vio obligado a dormir con
él. En la noche pudieron escuchar historias de terror para pasar un rato
agradable de convivencia y lo mejor aún estaba por llegar.
La noche había pasado
tranquila sin ningún imprevisto pero ellos tenían una sorpresa pendiente, la
mañana en la hacienda era maravillosa. El gallo entonaba su canto, los primeros
rayos de sol estaban saliendo estos se reflejaban sobre el agua cristalina del
rio, el pasto cubierto de roció y un frio que se sentía en el ambiente. Los
chicos estaban despertando para comenzar un nuevo día de aventuras, uno a uno
se reunieron con las maestras. Quienes se habían levantado temprano para ver
los preparativos del desayuno con Mark, este les proporciono un lugar para ello.
La comida estaba lista pues
contaban con la ayuda de otras madres de familia para hacerlo, ellas voluntariamente
se ofrecieron para que los chicos pasaran un agradable fin de semana. Jugando,
riendo, chapoteando, conviviendo y conocer nuevos amigos, además de aprender
más sobre la historia de la hacienda. Los chicos recibieron cada uno su
desayuno por separado que consistía en; un pambazo, una gelatina, cuatro tacos,
ensalada de verduras, puré de papas y agua de piña con coco. Mientras recargan
energías para un largo día en la hacienda, saldrían a montar en caballos y
explorar los alrededores para descubrir nuevos retos.
En todo momento Mark iba al
frente los niños y maestros para guiarles el camino a los establos en la parte
este de la propiedad. Era una casa grande con espacio para 10 caballos,
atendida por tres peones y estaban esperándolos. Alistaron los caballos con las
sillas de montar para salir, los niños fueron divididos en grupos de 7 personas
y fueron al corral por periodos de 20 minutos. Pasaron horas en el campo
disfrutando el aire puro y limpio de la zona, libre de agentes contaminantes
como; el dióxido de carbono, dióxido de azufre, monóxido de carbono y otros
más.
Todos presentes en el
ambiente de la ciudad, producto de las industrias y los automóviles de los
habitantes. Los niños la estaban pasando de maravilla, ninguno de ellos antes
había tenido una experiencia igual con un animal así. Esto unido al paisaje de
los alrededores, Alejandro y Eduardo quedaron en el mismo grupo por ello
evitaban mirarse lo menos posible. Mark se dio cuenta de la situación por lo
que trato de hacer de mediador entre los dos y encontrar una solución al
problema.
Mark: Alejandro y Eduardo
vengan aquí les quiero hablar en privado
Alejandro: acaso hice algo
malo
Eduardo: se puede saber para
qué?
Mark: no han hecho nada solo
quiero consultar algo con ustedes
Ambos chicos se fueron con
Mark a un lugar lejos de los demás para conversar, este se acercó a Eduardo para
comentarle porque actuaba indiferente con él. Este se sorprendió al escuchar
las palabras de Mark pues creía haber disimulado lo suficiente pero se
equivocó. Porque actúas raro con Eduardo puedes confiar en mí, si tienes algún
problema con él cuéntamelo.
Eduardo: no tengo ningún
problema con el
Mark: entonces porque lo
ignoras
Eduardo: eso no es cierto
solo no me cae bien
Mark: debe haber una razón
para ello
Eduardo: no la hay hasta
somos vecinos
Mark: no puedes seguir con
esa actitud no está bien
Eduardo: no le hago daño a
nadie
Mark: pero te lo haces a ti
mismo, no es bueno ignorar a las personas
Eduardo: no me importa lo
que digas tú
Mark: ven Alejandro acércate
para hablar los tres juntos
Este se acercó a ellos con
pasos pequeños ante la mirada intimidante de Eduardo con voz tímida le pregunto
a Mark, si me hablaron. El contesto yo te hable porque últimamente los he
observado y no me gusta ver enemistades como la suya. Además la amistad es un
lazo tan bonito que une a las personas en los momentos más difíciles, cuando
ellas están solas les ayuda superarse. Un amistad no conoce barreras pues nace
de las emociones de nuestro ser de la empatía con los demás.
Alejandro: he intentado
varias veces hablar con él pero no me dirige la palabra
Mark: no le habrás hecho
algo a Eduardo
Alejandro: siempre ha sido
así desde que me mude a la casa de junto
Mark: de modo que era
cierto, son vecinos pero eso es una razón más para serlo
Alejandro: yo quiero su
amistad pero no me lo permite
Mark: sigue intentando a
veces las personas no se abren a la primera con otras, solo debes darles tiempo
para hacerlo. Escuchen los dos atentamente esto no es lo correcto por favor
hagan un esfuerzo para ponerle fin.
Los niños solo escuchaban a
Mark quien se puso serio, adoptando postura recta y cambiando su semblante.
Además elevo su tono de voz para darles una plática sobre la amistad que a
Eduardo le molesto pero Alejandro sí le agrado. Imaginen como sería un mundo si
la amistad no existiera, este sería un mundo lleno de tristeza y desesperación.
Los amigos son hermanos hijos de otra madre que hacen de consejeros,
compañeros, confidentes, cómplices y secuaces. Ellos siempre apoyándote para
bien, aun en las peores situaciones y cuando todo perece estar perdido te dan
una mano.
Después de un mal momento
entre los dos chicos se retiraron con el resto de sus compañeros para continuar
su día en la hacienda. Jesús quien había visto que Alejandro desapareció, le
pregunto dónde te metiste? Te anduve buscando por todo el lugar. Este le
respondió solo fui con mis compañeros porque la maestra me mando a llamar pero
descuida no es nada malo y tu donde andabas. Yo estuve un rato con mi grupo
pero me aburrí de ellos por eso te vine a buscar para conversar, me caes bien
amigo sabes a ninguno de mi compañeros le agrado.
Ambos chicos se alejaron a
la zona de los árboles para continuar conversando, hasta pudieron disfrutar de
un jugo los dos. Jesús le pareció buena idea traer algunos dulces para comerlos
en el campamento aprovechando que estaba lejos de sus padres. Quienes no les
agradaba que su hijo los consumiera pues lo volvían imperativo con el contenido
de azúcar, claro que ahora no estaban y era libre de comerlos. Los niños
querían ir nuevamente al rio para seguir chapoteando en el agua, así compartirían
más con el resto de los alumnos. Había otros con ganas de continuar explorando
el lugar para conocer más de la fauna, así incluso podrían cazar algún conejo.
Mark les enseño a improvisar
trampas con una cuerda, ramitas, y hojas secas de los árboles. Armo una trampa cerca
del campamento para ver si conseguía atrapar algo, mientras los niños miraban
fijamente cada uno de los movimientos de él. Cuando termino la trampa se retiró
del lugar con la esperanza de que funcionara, espero toda la tarde pero no pasó
nada. En cambio los chicos si consiguieron pescar un pez cada uno, Eduardo seguía
con su rutina de ignorar a Alejandro. Este caminaba alegremente al lado de
Jesús quien se había encariñado de su persona pero no todo era lo que parecía.
Un chico de tercer año parecía estar a disgusto con el campamento pues sus
padres los obligaron a asistir para tenerlo lejos.
Mauricio un niño que tenía
problemas con su comportamiento y agredía a sus compañeros sin ningún motivo.
Los maestros habían tratado de hablar con él pero nada funciono, su madre lo
justificaba diciendo solo es un niño y el padre ni atención le prestaba. Alejandro
tuvo la mala suerte de encontrárselo durante el campamento, este no le hizo
caso porque era mayor. Tropezaron por accidente cuando caminaban de regreso a
la tiendas de campaña porque venían corriendo, Alejandro cayo alcanzando a
Mauricio.
Debido a que el terreno era
irregular por ello estaba a desnivel, hacía difícil caminar sin tropezar de vez
en cuando. Ambos chicos cayeron súbitamente al suelo pero Mauricio se enojó
mucho, aunque le trataba de decir que fue un accidente pero no hizo caso. Este
se disponía a darle un golpe pero Jesús no se lo permitió, claro que no pudo
retenerlo por mucho tiempo. En ese momento hizo acto de presencia Eduardo para
ayudar a Alejandro que no tenía oportunidad alguna contra Mauricio.
Él no podía creer fuera precisamente
el quien corriera en su rescate, después de actuar con molestia todo este
tiempo. Los demás chicos los miraban como si fueran dos completos extraños pero
los alentaban a continuar. La maestra escucho los ruidos de la pelea por ello
volteo a verlos, así pudo ver lo que estaba pasando. Ella con la ayuda de otros
maestros fue rápidamente a separarlos, después le exigió una explicación por lo
sucedido. Ninguno de los ahí presentes quería dar la cara hasta que Mauricio se
atrevió a hablar, le dijo que solo se había defendido porque lo habían
empujado.
Sin embargo la maestra no quedo
conforme con las palabras de él, Alejandro no estaba de acuerdo con lo que
decía por ello alzo la voz.
Alejandro: maestra eso no es
cierto, yo solo tropecé por accidente y caí sobre este chico pero lo hice sin
querer.
Maestra: si todo sucedió
como dices porque se estaban peleando los dos, debería darles vergüenza su
comportamiento. Esto no se quedara así sus padres sabrán sobre este problema,
sumado a su castigo correspondiente.
Mauricio: no es cierto me
empujaste al propósito para que me cayera
Alejandro: pero si no hice
nada malo
Maestra: Eduardo y Jesús que
papel tuvieron en este problema?
Eduardo: solo quería ayudar
a Alejandro con Mauricio, cuando vi que lo ataco
Maestra: eso no justifica lo
que hicieron aquí en frente de sus compañeros
Eduardo: no le diga mis
papas porque no me volverán a dar permiso de salir
Maestra: sin excepciones el
castigo será para todos por igual
Aunque no estaban de acuerdo
con lo decidido tuvieron que callarse para empeorar la situación, Mauricio buscaría
otra oportunidad en otro momento. Sin nada que decir retomaron su camino de
regreso a la hacienda, así podrían comer un rico pescado a las brasas con sal y
limón. En la tarde pudieron apreciar la puesta de sol paso a paso, cosas así no
podían verse tan fácil en la ciudad. Es importante tomarse un tiempo de vez en
cuando, la vida suele estar llena de pequeños momentos que te hacen el día.
De niño pasas el tiempo
imaginando como seria tu vida, sin darte cuenta que nuestro tiempo suele corto.
Planear no sirve de nada sin actuar conforme a ellos, detenerse a observar las
estrellas, escuchar una canción con el corazón y no solo por aburrimiento. Son
más que letras unidas para formar palabras, expresan sentimientos y emociones.
Fueron escritas por diferentes músicos en etapas distintas de su vida, ellos
plasmaron sus sentimientos como alegría, miedo, amor, cariño y confianza.
Inspiradas en anécdotas ocurridas en su infancia, en relaciones o problemas
pasados, la próxima vez que lo hagan reflexiónenlo.
Durante la noche
compartieron otra sesión de historias con la agradable compañía de su guía
Mark, quien se esforzaba por divertirlos todo lo posible. Aunque esta vez
Alejandro se separó del grupo para estar a solas para pensar, porque me salvo
Eduardo estando en problemas. No logro comprender lo sucedido, si muchas veces
me ignoro y siempre actúa como si no me conociera. Se repetía continuamente esas
palabras en su mente, mientras movía sus pies de un lado a otro. Los chicos
reían fuertemente por algunos chistes de su anfitrión, Jesús también se separó
de su grupo.
Los niños se cansaron pronto
por un día de diversión, se fueron a sus tiendas de campaña por equipos.
Alejandro regreso de su escondite porque le dio sueño, cuando entraba pudo a
los demás compañeros descansando pero faltaba uno. Eduardo no había regresado todavía
con sus amigos para dormir, se quitó la camisa y el pantalón para acostarse. Aunque
tenía sueño no podía parar de pensar en su día, casi a punto de quedarse
dormido escucho un ruido en la oscuridad. Era el que había vuelto de un paseo
nocturno por el campamento pero su duda seguía en el aire, mañana lo buscare a
solas y se lo preguntare directamente.
Eduardo tenía un aire de
misterio que rodeaba su persona, tenía una linda sonrisa, simpático, si no
tuviera esa manía de encerrarse en sí mismo seguro serian buenos amigos. Mañana
temprano se marcharían a la ciudad por ello solo tendrían tiempo suficiente de
recoger sus cosas y desayunar de carrera, antes de marcharse. Es una lástima no
poder pasar más tiempo en un lugar tan bello como este, nada se compara con
estar al aire libre y sin preocupaciones. La naturaleza puede proveer todos los
recursos necesarios si cuidas de ella, solo debes tratarla con delicadeza y
amor.
La mañana comenzó muy
temprano para los alumnos, algunos despertaron con mucha a pesar de haber
cenado. Esto no fue el caso de los maestros quienes continuaban en sus tiendas,
Alejandro aprovecho para buscar a Eduardo quien se levantó hace tiempo. Cerca
del campamento estaba recargado en un árbol, cuando le grito con fuerza para
llamar su atención. Este volteo a verlo sin decir ninguna palabra, solo
observaba a lo lejos distante sin hacer movimiento alguno.
Alejandro: buenos días
Eduardo! Como estas?
Eduardo: no me molestes más
Alejandro déjame solo
Alejandro: quería darte las
gracias por tu ayuda, ayer cuando necesitaba alguien
Eduardo: hice lo que creí
necesario
Alejandro: pensé que no te
caía bien porque te comportas raro conmigo
Eduardo: adivinaste no me
agradas para nada
Alejandro: porque me
salvaste entonces? No lo entiendo
Eduardo: no me agradas en lo
más minino pero te defendí porque se lo difícil que estar solo
Alejandro: quizá con el
tiempo logremos ser amigos
Eduardo: no te confundas
niño si fuera tú me sacaría esa idea de la cabeza
Alejandro: tienes una
actitud muy pesimista pero te equivocas no me daré por vencido fácilmente
Eduardo: sabes haz lo que
quieras pero no me involucres en ello
Alejandro: pues eso hare
Después de varios dimes y
diretes entre ambos chicos, no podían llegar a nada en común para ponerse de
acuerdo. Se estaba haciendo tarde para desayunar porque pronto partirían de
vuelta a su destino, harto de discutir con Alejandro quien se negaba a
retirarse del lugar. Solo tenía dos opciones entre las cuales decidir y eligió
la fácil para él, salir corriendo del lugar e incluso olvidar todo lo sucedido.
No tiene caso hablar con alguien que no entiende de razones, solo es una
pérdida de tiempo por ahora pero algún día entraras en razón. Espero no sea muy
tarde cuando te des cuenta de ello, sabes siempre tendrás mi eterno
agradecimiento por tu ayuda.
Luego de la discusión
mañanera todos los niños de los diferentes grupos se reunieron para tomar su
último desayuno en la hacienda, habían pasado muchas cosas en un fin de semana.
Era mucha información para procesar en poco tiempo pero lo mejor sería no
pensar en ello, todas las respuestas llegaran cuando sea el momento correcto. Por
ultimo recogieron las tiendas de campaña para abordar los autobuses de regreso
para la escuela, ahí los padres irían por ellos y los llevarían a casa de cada
uno.
12:00 pm se agruparon junto
a la entrada en la hacienda, ahí pasaron lista todos los maestros de grupo y
tomaron asistencia de sus alumnos. Varios se retrasaron para la salida, Eduardo
fue uno de esos niños con el fin de evitar una plática no deseada. Pese a sus
intentos tenía que compartir asiento en su transporte, así tendría que
controlarse para tener más problemas. Además no sabía cómo decirles sobre su
castigo de la semana con su nuevo enemigo y Alejandro que se empeñaba en ser su
amigo.
Durante el camino fingió
estar dormido para estar tranquilo, el trayecto en la carretera pareció más
corto. El paisaje cambiaba drásticamente de árboles a casas, de pavimento a
áreas verdes, de animales a personas, de campos abiertos con pasto y flores de
muchos colores. Los papas de los alumnos esperaban ansiosos a sus hijos, los
autobuses se estacionaron y bajaron por parejas. Alexandra había llegado un
poco antes que ellos para recoger a Alejandro, su padre no pudo ir por su
trabajo en el hospital.
Alejandro: mama te extrañe
mucho
Alexandra: Alex te quiero
mucho hijo, cuéntame que hiciste en el campamento?
Alejandro: me divertí
muchísimo en el campamento, sabes pude nadar en un rio, pesque un pez y lo
mejor mi nuevo amigo asistió también.
Alexandra: me alegra mucho
hijo pero debes estar cansado de tanta diversión
Alejandro: porque no vino
papa?
Alexandra: tenía una
emergencia en el hospital pero no pienses en eso, mejor vamos a la nevería por
un helado.
Alejandro: en serio mama?
Alexandra: si hijo pídelo
que desees, solo subamos tu maleta al auto para irnos
Alejandro: está bien mama
Luego de haber subido las
maletas al auto, se marcharon para el centro de la ciudad para comprar su
helado. Su madre encendió la radio con el fin de hacer más ameno su camino,
además Alejandro se interesó por las actividades de su madre en su ausencia.
Ella había tratado de avanzar todo lo posible en su caso, aunque tenía un
testimonio le faltaba una fecha para el juicio. Solo le quedaba esperar con los
brazos cruzados pues debía dejar que la ley hiciera su parte, Alejandro
escuchaba a su madre pero continuaba pensaba en Eduardo.
En la nevería se comió tres helados
de chocolate, su madre se animó a probar uno dado el clima cálido de los
últimos días. Comieron cerca de la nevería en un restaurante de comida italiana
pizza, pasta a la boloñesa, crema de quesos, pastel de chocolate y batidos de
frutas. Alejandro no recordaba haberse divertido tanto desde que estaba con sus
amigos, no perdía la esperanza de verlos nuevamente en el futuro. Su mama pago
la cuenta para retirarse del lugar, apenas llego a casa corrió para acostarse
de tanto cansancio.
Tuvo un raro sueño con
Eduardo y el estaban jugando en el patio de la escuela como buenos amigos,
había niños alrededor de ellos pero parecían estatuas. Es decir no hacían
movimiento alguno pero de todas una le llamo la atención, nada menos que Jesús
con un gesto de miedo en su rosto. Se preguntaba cómo habían llegado a esa
situación, tener cerca a Eduardo para jugar le gustaba mucho. Solo que el hecho
de no recordar nada le parecía muy extraño, deseaba tener las respuestas de
ello.
Imagino que debía ser la
hora de receso pues había muchos niños, ellos estaban vestidos de uniforme y
otros tenían el uniforme de deportes. Conforme pasaba el tiempo los niños se
movían lentamente pero Eduardo se alejaba de él, trato de gritarle en repetidas
ocasiones. Sus intentos resultaron inútiles porque este aceleraba su velocidad
y todo comenzaba a oscurecerse, hasta los alumnos se esfumaron. Quería
despertar con todas sus fuerzas pero era imposible, lo que empezó como un sueño
se volvió una pesadilla.
Despertó empapado de sudor
tratando de comprender lo que significaba su sueño, vio su reloj sobre la mesa
de noche. Este marcaba las 1:00 am se quedó dormido toda la tarde y no había
cenado por ello tenía hambre, será mejor bajar para buscar algo de comer. Se
puso sus sandalias para caminar hacia la cocina donde abrió el refrigerador
pero encontró pollo frito, ensalada de verduras y refresco. Comió todo lo que
pudo hasta llenarse para regresar a su cama, así continuaría su sueño porque en
solo unas horas más debía asistir a clases.
Estoy que no puedo comer
nada más, tengo que dormir porque hoy comienza mi castigo. Me hubiera gustado
evitar todo este problema pero ni modo, Eduardo había tenido un sueño similar
al de Alejandro. Las cosas no podían ponerse peor de lo que ya eran pero el
destino jugo nuevamente un papel en sus vidas.
Les quiero pedir disculpas
porque apenas pude publicar el capítulo verán tuve algunos problemas con mi
laptop y hasta ahora lo solucione. Esta semana no creo poder publicar un nuevo
capítulo de la historia pero hare mi mejor esfuerzo para no fallarles. La vez
anterior puede haberlos confundido por el suceso que cambiaría la vida de los
personajes, se los dije a modo de un avance y también para dejar cierto aire de
suspenso. Muchas gracias por todo su apoyo hasta ahora queridos lectores.
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