Alberto es una alma libre sin preocupaciones en la vida, centrado en sus estudios universitarios de tiempo completo y aunque se divierte con chicos en lugares de ambiente como bares y centros nocturnos.
Siempre ha mantenido sus sentimientos bajo control, solo tiene aventuras pasajeras con compañeros sexuales por una noche y no se involucra emocionalmente con ellos. No tiene miedo de formar una pareja, solo que desea divertirse y experimentar su sexualidad al máximo durante su juventud.
Francisco es un chico más serio en el amor porque ha tenido varias parejas, aunque ninguna de ellas ha permanecido con el mucho tiempo y su familia simplemente le ha dado la espalda. Aunque la razón se debe a su gusto por los chicos, nunca tomaron enserio sus preferencias sexuales y trataron de hacerlo cambiar de muchas maneras con citas arregladas y chicas de sus amigos.
Cansados de intentarlo para hacerlo a su modo, lo alejaron de su vida para estar solo con dinero y lo dejaron casi a la voluntad de Dios, solo le proveian dinero suficiente para sus gastos. Alberto coincidió en más de una ocasión en un café con Francisco, así que una de tantas veces tuvieron un acercamiento más intimo y eso derivó en una extraña dependencia al principio.
Francisco era una persona con problemas emocionales, así que tenía un historial de intentos de suicidó y ninguno se había completado por la intervención de los doctores. Así que Alberto tratando de hacer una buena acción, viendo la situación de Francisco se volvió su tutor y se aseguró de ayudarlo a superar sus decepciones amorosas del pasado.
Cuando Francisco se dio cuenta de lo importante que era Alberto, este inconciente se había enamorado de él y viendo que podía perder el contacto con el. Hizo la propuesta más arriesgada de su vida, le pidió matrimonio en una cita y Alberto un poco temeroso de la propuesta dudo en aceptar al inicio.
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