Después de 2 meses de
vacaciones los chicos iniciarían una nueva etapa, un tiempo para hacer
descubrimientos por sí mismos y la relación entre ellos está a punto de ser
puesta a prueba. La secundaria les presentara nuevos retos diarios, su
comunicación se verá un tanto limitada y sus deberes escolares interferirán en las
reuniones de antes. Los padres jugaran un papel determinante en esta fase de su
vida, Eduardo tendrá un despertar sexual temprano con las compañeras de clase,
algunas relaciones fugaces con chicas de su edad y otras un pocos mayores
tratando de encontrar el amor. Aunque no todo parece tan bueno porque una de
ellas, le romperá su corazón por primera vez y su identidad sufrirá un leve
revés con los sentimientos hacia Alex.
Jesús con su atracción hacia
los chicos más decidido a probar, al principio comienza a tener dudas como todo
adolescente y su curiosidad con el tiempo le gana la voluntad. Su físico le
ayuda con los chicos pero guardando las apariencias, Damián un compañero de clases
juega aprovechando su confusión y valiéndose de técnicas de seducción lo induce
al sexo. Su primera vez no sale como lo esperaba, posteriormente viene el
arrepentimiento tras el acto y la distancia se hace presente de haber obtenido
el premio. Sin embargo Alejandro se estaba quedando atrás, este tenía más
claros sus ideas de un relación seria y pensaba en tener una pareja que le
ofreciera estabilidad.
Además el tiempo con sus
grandes amigos de la infancia Eduardo y Jesús, el cariño hacia ellos se tornaba
en atracción y especialmente con el primero desde la mudanza, pasando por todos
intentos fallidos de ganarse su amistad. Aunque su paciencia fue recompensada
con tan esperado premio, sumando a la ecuación la primera persona que entablo
un lazo con él y los muchos momentos vividos hasta ahora. Alexandra vio la
oportunidad de ampliar su despacho de abogados, dada su racha de buena suerte
los últimos años y el apoyo de su socio Héctor lo hicieron posible. Se hizo
conocido en toda la ciudad por defender causas imposibles, contrato a una
empresa de publicidad para anunciarse en todos los medios y hacer llegar su
mensaje a más víctimas de la injusticia.
David desde su llegada al
hospital no había tenido tiempo suficiente, cuando regresaba a casa Alejandro
solía estar durmiendo y los fines de semana rara vez podían pasear en la
ciudad. Tuvieron que pasar tres años para que su esfuerzo fuera correspondido,
un ascenso por los buenos comentarios y la supervisión constante de sus
superiores. Ahora contaba con horarios flexibles en su jornada laboral, David
estaba feliz de haber progresado en poco tiempo y estaba muy emocionado de
poder ayudar a sus pacientes. Los chicos entrarían juntos a la secundaria,
ellos quedaron en grupos separados de primer año y sus clases eran las mismas
solo que variaba la hora.
Sus uniformes colgados en
ganchos planchados para la ocasión, las mochilas contenían todo lo necesario y
se durmieron temprano evitando algún retraso inesperado. El físico de los
chicos había cambiado mucho en los años pasados, aquellos tiernos niños empezaban
a ganar músculos y su carisma proyectada les ayuda con los compañeros. Las madres
habían pasado tiempo preparándose para sincronizar sus salidas, ahora que los
chicos estaban más avanzados con los estudios y se vio aumentada en el tiempo
de estancia. Eduardo se levantó algo nervioso de regresar a clases pero con
ánimos de comenzar con el pie derecho y hacer buenos compañeros estando lejos
de sus mejores amigos.
Se bañó para colocarse su
nuevo uniforme del gancho, bajo a desayunar con Mónica en el comedor y
disfrutar de sus platillos favoritos. Mientras tanto Alex se encontraba sentado
comiendo, Alexandra solo checaba algunos de sus mensajes en la computadora y
actualizaba la información sobre el último caso.
Mónica: buenos días hijo!
Eduardo: buenos días mama!
Mónica: listo para tu primer
día de clases?
Eduardo: estoy un poco
nervioso
Mónica: se debe a tus amigos
Eduardo: si los voy a
extrañar
Mónica: seguro hallaras la
forma de convivir con ellos
Eduardo: en eso puedes tener
razón
Jesús se encontraba saliendo
en ese mismo momento de su casa, saca su celular de la bolsa con los audífonos
para relajarse y escuchar algo de buena música rumbo a su destino. Summer
Paradise de Simple Plan, Brown Eyes Girl de Greenday, Alive de Oasis y avanzaba
por la calle hasta la secundaria cruzando negocios locales en el centro. Muchos
tiendas abrían sus puertas desde las 7:00 am, sobre todo las cafeterías
ofreciendo un rico café caliente y pan recién horneado a primeras horas de la
mañana. Disfrutaba cada uno de los diferentes paisajes cotidianos, algunas
señoras pasaban a sus lados continuamente y volteaban hacia esta para saludarlo
con un amistoso hola!.
Sus nuevos compañeros se
agrupaban en la entrada de la escuela, Alex con Eduardo estaban solo a unos
metros de ella e inquietos por reunirse poniéndose de acuerdo. Primero apareció
Mónica con su hijo tocando el claxon Eduardo bajo efusivamente del coche de su
madre para abrazarlo y hasta se olvidó completamente de su madre. Minutos más
tarde Alexandra llego con el último integrante del grupo, despidiéndose de sus
mamas con un beso y deseándoles la mejor de las suertes en clases. Tuvieron una
pequeña conversación entre ellos, sería extraño no tenerse como cerca uno del
otro y vivir jugarse bromas llamando la atención de sus profesores.
Eduardo: no se ustedes pero
los quiero mucho
Alex: el sentimiento es
mutuo
Jesús: si me perdiera en una
isla desearía tenerlos conmigo
Alex: en que grupo les toco
chicos?
Eduardo: c
Jesús: a
Alex: en el b
Eduardo: ya no podrá voltear
para verte siempre
Jesús: al menos tú podías
hacerlo porque estabas en el mismo grupo
Alex: nos veremos todos los
recesos para comer juntos
Eduardo: más suerte para la
próxima
Jesús: hagamos un pacto
antes de entrar solo nosotros
Eduardo: de que se trata?
Jesús: pase lo que pase
nunca nos separaremos
Alex: no dejemos que estar
lejos nos afecte
Eduardo: es un pacto todos
para uno y uno para todos
Jesús: como los tres
mosqueteros
Eduardo: pues adelante chicos
el tiempo no se detendrá
Ellos caminaron hacia la
escuela juntos viendo los alrededores, estaban en la misma situación desubicados
de su lugar y perdidos con los alumnos de nuevo ingreso. Este año en particular
se veía un número mayor de aspirantes, los espacios estaban bien delimitados
por pasillos y las instalaciones suficientemente amplias para trasladarse. Las
áreas estaban divididas en la cafetería, 9 salones para clases, baños
individuales, laboratorios de química, 1 aula de medios, cancha de basquetbol,
campo de futbol, biblioteca y papelería propia. Posteriormente se separan por
diferentes lados, los maestros solo esperan los alumnos sentados en sus
escritorios y pidiendo no tener un estudiante latoso este año.
Aunque según su experiencia
propia adquirida sería difícil evitarlos, los tres chicos pasaron a tomar su
clase de forma independiente y allí estaba Damián un adolescente guapo sentado
conversando con una chica. Jesús solo pudo ver parte de su cara porque estaba
viendo al frente, este no cuenta se dio de la mirada sobre él y tomo uno banca
cercana a la puerta del salón. El maestro de matemáticas le dio una
introducción del temario, escribió su correo en el pizarrón para cualquier duda
y repartió las copias de todo lo dicho en la clase. Además lo hizo firmar para
evitar quejas con yo no vine ese día, usted nunca lo menciono, no me toco ese
material y demás escusas que inventas los chavos para justificarse.
Eduardo parecía tener un
grupo de seguidoras que lo miraban en una esquina, sin embargo sus miradas le
incomodaban mucho y trato de ignorarlas concentrándose en la lección. Le toco
una maestra de unos 25 años con una licenciatura en informática, tenía puesto
un vestido azul cielo, unos tacones altos para su gusto y un collar de plata.
Su descripción física estatura 1.70 m, cabello pelirrojo lacio, ojos marrones, pestañas
rizadas, complexión delgada, una mirada encantadora y una risa jocosa. Alex pasó
la mañana sin llamar la atención de sus compañeros, algunos fácilmente hicieron
amistades con otros y este solamente se dedicó a socializar lo menos posible.
Hubo muchas inasistencias
nada raro tratándose del primer día, pasaron la lista con los pocos alumnos presentes
y los chicos dijeron unos datos a modo de conocerse mejor entre ellos. Durante
el receso se reunieron para desayunar como lo acordaron, dado su comienzo no
había mucho que decir y tuvieron un lapso de tiempo para relajarse.
Alex: todo esto me parece
extraño
Jesús: ya hicieron una
amistad nueva
Eduardo: podría decirse que
si
Alex: cuéntanos sobre el
misterio
Jesús: solo estás jugando
con nosotros
Eduardo: se los seguro un
grupo de chicas me vigilan
Alex: tu que no quisieras
Jesús: tal vez hayas
encontrado novia
Eduardo: no creo tener tanta
suerte
Jesús: no comas ansias todo
a su tiempo
Eduardo: hay mucho para
elegir antes de tomar una decisión
Alex: siempre tan bromista
como de costumbre
Jesús: mínimo aprende algo
de ellas no cometas un error
Eduardo: pero esa es su
función de ser
Jesús: debo admitir que
tienes razón pero te dejara una cicatriz
Alex: ahora eres pensador
que chido
Después todos rieron al
mismo tiempo olvidando los demás, muchos alumnos prefirieron desayunar en la
cafetería y unos cuantos salieron fuera de la institución a comprar su
desayuno. Aunque la comida realizada allí por el equipo de cocina, contaban con
una amplia selección de platillos y una barra de ensaladas frescas. Los chicos
se dejaban llevar por la comida rápida como hamburguesas, hot dogs, papas
francesas, pollo estilo Kentucky, banderillas de salchichas y carne asada. Había
varios locales dedicados a vender mayormente a los alumnos, pocas personas
solían asistir con la intención de consumirla y preferían abrirlas la mitad del
tiempo.
Además una universidad
estaba a un par de cuadras, estos negocios tenían cierta antigüedad de
existencia y la reputación los precedía con buena fama por el servicio. Alex le
llamo un poco la atención ver a algunos compañeros salir, estos iban en un
grado más adelantado y la dirección académica les daba cierta facilidad de
elegir.
Eduardo: podemos probar la
siguiente vez afuera
Jesús: es una buena idea
pero no sabemos nada
Alex: no hagamos un hábito
nuestro receso
Jesús: hablando de estas
admiradoras parecen estar allí
Eduardo: porque lo dices
amigo
Jesús: voltea hacia la
esquina de allá
Alex: deber ser una
equivocación
Eduardo: no puede ser que me
siguieran hasta aquí
Alex: definitivamente no es
tu día
Jesús: tarde o temprano se
aburrirán de ti
Eduardo: puedo mantenerlas
entretenidas
Alex: ni que fueras circo de
tres pistas
Eduardo: tengo más de una
forma de mantenerlas interesadas
Jesús: eso está por verse
pero hagámoslo más interesante
Alex: bien dicho una apuesta
para empezar al año
Eduardo: dime las
condiciones
Jesús: tienes que salir con
una chica antes de 2 meses
Eduardo: es algo fácil de
hacer para mí
Jesús: pero ella tiene que
hacerte la invitación
Alex: dense prisa el tiempo se
acaba debemos regresar al salón de clases
Eduardo: muero por estar con
ellos encerrado entre 4 paredes
Jesús: hablas en serio?
Eduardo: obvio no me
gustaría permanecer con ustedes
Jesús: nos vemos en la
salida
Recogieron su basura de la
mesa donde se encontraban sentados, el resto de sus compañeros se unieron a
ellos en pocos minutos y tomar su clase de química en los laboratorios. Los
chicos que se encontraban jugando en la cancha, los segundos se enfrentaba con
los terceros y disfrutaban un poco de diversión con sus compañeros. Sin embargo
con el primer toque de la campana debían regresar, las chicas les encantaba
sentarse con un buen espectáculo y comer sus alimentos sentados en una de las
mesas cercanas. Reanudaron su día como lo dictaban sus horarios, Alexandra
atendía algunas de las llamadas de sus socios y revisaba los expedientes de los
casos más recientes. Una pila de expedientes sobre su escritorio parecía
interminable, todos hablaban de injusticias que se pudieron haber evitado y le
daba tristeza no poder llevarlos personalmente a juicio.
Aunque no todas las personas
tenían un final feliz con el veredicto, algunos de ellos terminaban
disolviéndose por falta de pruebas y miedo porque los pudieran dañar a futuro
sobre todo la familia. Contaba con clientes podían pagar los servicios
recibidos, otros hacían hasta lo imposible para conseguir el dinero y lo que
simplemente no contaban con recursos. Ellos los ayudaba porque se ponía en sus
zapatos, deseaba contribuir con su granito de arena a una buena causa y retomar
sus inicios como abogada defendiendo a los inocentes. Además la emoción de
llevar una persona ante el juez para hacerla pagar, ahora se encontraba
bastante atareada con sus responsabilidades del oficio y tomaría la hora de
comida para recoger a su hijo en la secundaria.
Mónica estaba preparando la
comida para su Eduardo con suficiente tiempo, tenía mucha curiosidad por
preguntarle cada uno de los detalles y prepararía una comida especialmente para
hacerlo sentir amado. Una madre apoya a sus niños en el camino de la vida,
verlos es la parte más gratificante del oficio porque aprendes de ellos y les
enseñas los buenos hábitos haciéndolos mejor personas. Claro esto no durara por
siempre por todo tiene un final, llega un momento en que solo puedes verlos caminar
sin ayuda de nadie y verlos tomar sus propias decisiones para aprender de
ellas. Había llegado el tiempo de darle un poco más de libertad, poner en
practica cada uno de los valores inculcados de sus padres y decidir el rumbo
propio de sus propias elecciones.
Los consejos de su parte
nunca desistirán para corregirlo si llegaran a ser necesarios, el director de
la escuela se presentó ante los grupos de nuevo ingreso y haciéndoles una
invitación a competir en un maratón por una calles de la ciudad. Este se
realizaba exclusivamente con el fin de darles la bienvenida, solo participar
significaba un punto extra en sus actividades y tal vez conseguir un buen lugar
entre los participantes. Jesús no le llamaba mucho la atención hacer ejercicio
pero si participaban sus amigos, no dudaría en hacerles compañía en el
recorrido y sería la primera de sus aventuras en la secundaria. Algunas horas
más tarde los chicos estaban tomando la última materia para salir, Eduardo solo
contemplaba su celular viendo la hora y contaba los minutos para el fin de su
jornada.
Damián le dio un pequeño
vistazo a uno de sus compañeros nuevos, había dejado varios amigos con los que
pasaba tiempo y seguidores de andanzas para disfrutar el sexo.
Tendría que buscar
nuevos chicos para hacerle compañía, sería algo fácil pero debía ser cuidado
para no alertarlos y seleccionar cuidadosamente los candidatos más débiles del
grupo. Su talento de acertar con la personalidad de las personas era útil, viendo
a su alrededor tenia gran variedad de donde elegir y eso le parecía favorable
pues apenas iniciaba su juego. Mónica llego seguida de Alexandra en sus
vehículos para recoger a sus hijos, bajaron para saludarse como buenas amigas y
vecinas desde que se conocieron hace más de 6 años.
Mónica: hola vecina! Cuanto
tiempo sin verla
Alexandra: hola vecina! Ya
olvide la última vez que conversamos
Mónica: me gustaría tomar un
café contigo
Alexandra: podríamos
posponerlo para mañana con menos prisa
Mónica: solo vine a recoger
a Eduardo pero debo regresar a la preparatoria
Alexandra: yo tengo algunos
pendientes de la oficina
Mónica: eso lo entiendo
perfectamente en carne propia
Alexandra: me dio gusto
saludarte
Mónica: mire allá vienen
nuestros hijos
Jesús, Eduardo y Alejandro
se acercaban caminando entre risas, ellos no se percataron de estar siendo
observados a lo lejos y seguían bromeando sin limitar sus palabras. El primero
se subía sobre uno de caballito para molestarlo, el tercero los seguía
empujando con queriendo tirarlos y también intentaba subirse para hacerles más
difícil avanzar. La mayoría de los alumnos salían en grupos por la salida, continuaban
hasta llegar de la misma ciudad en un parque y la sombra de los arboles les
ofrecía un bello para pasar su estancia. Además no faltaba algún vendedor con
paletas heladas, refrescos fríos, nieves de sabores y sabritas con salsa.
Algunas escuelas de la zona sincronizaban sus horas de salida, los muchachos se
separaron viendo a sus madres y olvidaron completamente el maratón de la
secundaria.
Mónica llevo a Eduardo a
casa con algo de prisa para darle de comer, así la niñera solo se encargaría de
cuidarlo la tarde hasta su regreso y asegurarse de que este cumpliera con sus
deberes escolares. Sin embargo no tenía ninguna tarea que realizar,
posiblemente la pasaría jugando videojuegos con su mejor amigo y buscando algo
idea para entretenerse con él. Tal vez visitarían nuevamente la casa del árbol,
Alex había estado pensando en poner un columpio con una vieja llanta y necesita
la ayuda de otra persona para levantarla. Jesús entraría a su Facebook con
suerte habría algo bueno, después de dejarlo corrió hasta su auto con sus cosas
de la clase y gritando por la ventana del automóvil se despidió de él.
Alexandra no se preocupó en
contratar a alguien para cuidar a su hijo, este se ausentaba mucho durante su
ausencia de la casa y estaba más tranquila pues tendría compañía. La niñera le
encantaba sentarse horas frente a la televisión, viendo series dramáticas como
grey, bones, flash y solo los inspeccionaba de vez en cuando. Los chicos se
reunieron en el patio trasero a montar su llanta, les conto en un principio
pues no pensaron con subir la cuerda y echando un piedra, papel o tijera lo
decidieron. La primera vez perdió Eduardo por eso los dejaron a dos de tres, ni
hablar la suerte lo abandono en el momento menos esperado y tuvo que subirse al
árbol para atar la soga. Lo más chistoso de la situación era su miedo a las
alturas, Alex no dejaba de decirle que mirara abajo porque iba a caerse y el
otro solo sufría con cada paso sobre la rama.
Después de estar a punto de
hacer realidad sus palabras, compadeciéndose de este decidió subir para
ayudarlo con el trabajo y sus nervios disminuyeron cuando pudo bajar de su
tortura. Ambos presenciaron el primer atardecer de la estación, un bello
momento de amistad mutua sin nadie a su alrededor y los rayos solares
iluminando sus siluetas al ocultarse el astro rey. Aunque viera estado mejor si
lo hubieran visto en las montañas, eso trajo el recuerdo de su campamento en la
hacienda y lo platica con su guía Mark haciéndolos resolver su enemistad.
Eduardo: me alegra mucho
tener tu amistad
Alex: lo mismo digo sin no
sería igual
Eduardo: espero llegar hasta
viejos siendo amigos
Alex: ya verás que nadie nos
podrá separar
Eduardo: entonces es una
promesa para siempre