En el capítulo anterior:
Conocimos a Eduardo un chico
de los suburbios que está a punto de casarse, quien comenzó a relatar la
historia de cómo conoció a su esposo. También nos contó cuando fue que llego a
su vida y su indiferencia que le tuvo al principio, la amistad que entablaron
ambas madres de familias. Por ultimo nos enteramos que se volvieron compañeros
de escuela, aunque Alejandro tenía problemas para integrarse al grupo.
El primer día clases para
Alejandro había sido difícil, debido a que no conocía a nadie en el o mejor
dicho el único que conocía le dio la espalda. Decidió no dejar que eso lo
limitara para conocer nuevos amigos. Segundo día de clases Alexandra se
disponía a levantar a Alejandro, este se había despertado hace un rato. Ella no
pudo evitar sorprenderse cuando lo vio despierto para ir a la escuela.
Alexandra: buenos días hijo!
Veo que te levantaste antes, porque ese cambio. Acaso conociste a un nuevo
amigo en la escuela y no me dijiste o me equivoco.
Alejandro: no tengo ningún
nuevo amigo por ahora
Alexandra: está bien hijo te
creo y que hay de Eduardo, el hijo de la vecina no es tu amigo?
Alejandro: si es mi amigo
pero no es lo mismo, extraño mucho a mis amigos de la ciudad donde antes
vivíamos.
Alexandra: si hijo lo
entiendo solo que no podemos regresar, lo hicimos por tu papa.
(Alexandra se
acercó a su hijo para abrazarlo y besarlo, quien estaba comenzando a llorar).
Alejandro: pero mama los
extraño mucho
Alexandra: vamos a hacer
seca tus lágrimas y después de la escuela te comprare un helado de tu sabor
preferido chocolate.
Alejandro: en serio me
llevaras a comer helado y no pueden ser doble?
Alexandra: tú ganas hijo,
ahora date prisa que tienes que ir a la escuela.
Su madre lo ayudo a
arreglarse, le preparo un rico desayuno; huevos con jamón, jugo de naranja,
cereal, un flan, puré de papas y un licuado de avena. Luego su mama lo llevo a
la escuela en su coche, mientras tanto Eduardo apenas se estaba levantando de
la cama. Tomo un baño corto para vestirse con su uniforme, después desayuno con
su madre, quien lo llevo a la escuela.
Eduardo se encontró en la
entrada de la escuela con su incomodo vecino, quien seguía insistiendo para
ganarse su amistad a cualquier costo pero eso estaba a punto de cambiar. Ambos
chicos se despidieron de sus madres para entrar a su salón de clases, una
noticia les iba cambiar su fin de semana. La maestra Rosario Rosas se disponía
a darles las indicaciones del día pero antes les informo sobre un campamento
por un fin de semana.
Este lo organizaría junta de padres de familia, el lugar
estaba a las afueras de la ciudad en una hacienda. Contaba con un rio dentro de
la propiedad, árboles frutales, un establo con caballos, juegos, huertos de
verduras y animales de corral como; gallinas, patos y gansos.
Maestra: buenos días niños!
Les tengo una sorpresa para su fin de semana
Niños: que sorpresa maestra,
caso no llevara a un parque de diversiones
Maestra: no niños es mejor
que eso, adivinen
Niños: nos hará una fiesta
con muchos dulces
Maestra: no niños los
llevare de campamento a una hacienda a las afueras de la ciudad.
Niños: que divertido!
Maestra: pero iremos
nosotros solos nos acompañaran los alumnos de segundo y tercero, durante la
semana les informare sobre los detalles. Por el momento les entregare un
permiso que deberá ser firmado por sus padres(los dos).
Niños: para mañana maestra
Maestra: tienen hasta el
jueves para entregarlo sin falta o no podré hacer nada ayudarlos. Pasemos a las
actividades de clase, primero pase de lista.
La maestra comenzó el pase
de lista Gómez, Mendiola, Guzmán, Jiménez, fuentes, Ochoa, Cabrera, Olguín,
Bautista, Fernández, Carranza, Nieto, etc. Sus alumnos estaban haciendo mucho
ruido ignorando la maestra por lo que varios no pudieron escuchar su número de
lista. Se vio obligada a levantarles la voz para calmarlos porque parecía fiesta,
los niños se vieron obligados a callar súbitamente.
Maestra: niños silencio por
favor que no puedo pasar lista
Alejandro: maestra no
escuche mi apellido
Jorge: yo también no escuche
el mío
Santiago: ni yo muestra
puede repetirlo de nuevo
Maestra: si no hicieran
tanto ruido lo hubieran escuchado, solo por esta vez lo repetiré pero si
escucho un grito o alguna risa me detengo.
Volvió a pasar lista para
corregirles las asistencias a los niños que no escucharon la primera vez. Esta
vez los alumnos se quedaron en silencio, Alejandro paso el resto de la clase
viendo a Eduardo que seguía indiferente con él. Quien no les prestaba la más
mínima atención de vez en cuando cruzaba palabras con sus amigos.
En el receso Alejandro
desayuno en la cafetería de la escuela, ahí conoció a Jesús un chico de su edad
que estudiaba en otro grupo. Este se acercó con Alejandro, quien estaba
comiendo un sándwich de jamón. Cuando lo vio le empezó a hablar si bien en un
principio se resistió, lo hizo reír con un chiste.
Jesús: hola niño! Cómo te
llamas?
Jesús: porque no me
respondes niño, no te hare nada malo. Te contare un chiste a ver si así me
hablas.
Alejandro: porque no te
conozco
Jesús: aun así te contare el chiste es de pepito se llama
Jaimito y dos noticias. Jaimito le dice a su padre: -¡papa, papa, tengo una
noticia buena y una mala
- Primero la buena
- ¡que he aprobado todas!
- ¿y la mala?
- ¡que es mentira!
Alejandro: ja ja ja ja es
gracioso amigo y cuantos más te sabes? Disculpa se no te hable antes pero soy
nuevo en la escuela, no conozco a nadie.
Jesús: está bien no te
preocupes, pues se muchos más y cómo te llamas?
Alejandro: me llamo
Alejandro Fuentes Aguilar y tu amigo?
Jesús: mi nombre es Jesús Vega Murillo estoy en 1° B
Alejandro: yo en 1° A por eso no te había visto antes
Jesús: te molesta si te hago compañía para desayunar
Alejandro: solo si me cuentas más chistes amigo
Jesús: claro que sí, hay te va otro chistes de Jaimito
xdxd
Llega Jaimito a la escuela y la maestra le dice:
- ¡Felicitaciones
Jaimito, felicitaciones!
Jaimito
le pregunta a la maestra:
- ¿Por
qué me felicita si hoy no es mi cumpleaños?
La
maestra le dice:
- Es
que tú eres el primero en llegar al colegio.
- Ah
es que mi tío es futbolista profesional.
- ¿Qué
tiene eso que ver con que tu llegues temprano a la escuela? Le pregunta la
maestra
- Es
que me trae a patadas
Ambos chicos continuaron
conversando para conocerse mejor, Alejandro disfrutaba mucho de la compañía de
Jesús. Quien se mostraba muy alentó con la plática, además la sirvió para
conocerse mutuamente. Después de terminar su comida, se retiraron cada uno a su
salón. Eduardo que había estado con sus amigos durante todo el receso, se
extrañó al principio de no ver Alejandro.
El resto del día Alejandro
se la paso alegre pensando en su primer amigo y no había tenido que hacer nada
para encontrarlo. Muero por contarle a mi madre que hice mi primer amigo, solo
me falta convencer a Eduardo. Quien no tengo la menor idea porque le caigo
bien, solo es cuestión de tiempo para convencerlo.
Entre clase y clase el
tiempo paso volando para los alumnos, quienes se estaban aburriendo de estar
encerrados. Santiago y Jorge comenzaron una guerra de bolas de papel en vez de
continuar sus actividades escolares, aprovechando que la maestra había salido
del salón. Luego de esperarla por más de una hora los chicos que habían
terminado, decidieron salir a jugar al patio de la escuela. Cuando regreso ya
era hora de salir por lo que solo tomo nota de los alumnos que terminaron todo,
les dio la orden para retirarse a casa.
En la salida Alexandra
esperaba a su hijo para llevarlo a una nevería, donde le compraría un helado
doble de chocolate. Quien fue el primero en salir del aula de clases, corrió
para abrazar a su madre y darle un beso.
Alejandro: mami te quiero
mucho mucho mucho
Alexandra: yo te quiero
mucho más Alex, dime que aprendiste hoy?
Alejandro: hoy vimos muchas
cosas mama linda pero antes te quiero decir sobre el campamento de este fin de
semana. Tienes que firmar este permiso tú y papa, yo si quiero ir por favor
mama.
Alexandra: primero le
preguntare a tu papa al respecto, ahora vamos por tu helado hijo.
Alejandro: si mi helado mami
Madre e hijo fueron por el
helado a una nevería en el centro de la ciudad, si había una cosa que amara
Alejandro eso helado. Siempre de chocolate su mama lo sabía muy bien, si
necesitaba sobórnalo para hacer se lo ofrecía. Mientras este devoraba su helado
con muchas, su madre aprovecho para hacer una llamada y averiguar cómo marchaba
la investigación de su caso.
Alexandra: buenas tardes
licenciado Moreno! Ha habido nuevas noticias sobre el caso.
Héctor: buenas tardes
licenciada Aguilar! Si les tengo buenas noticias hemos lograr que la esposa
declare en contra del esposo.
Alexandra: eso es genial
colega será más fácil llevarlo a juicio
Héctor: pero me temo que
tendrás que venir al despacho este viernes
Alexandra: no puede ser otro
día
Héctor: lo siento Alexandra
sé que te acabas de mudar, esto no puede esperar porque trasladaremos a la
testigo para protegerla.
Alexandra: está bien
entiendo, entonces estaré allí a primera hora. Adiós
Luego de colgar la llamada
con el licenciado Héctor Moreno, pago la cuenta con el chico que despachaba y
se marchó a casa con su hijo. En la noche Alexandra hablo con su esposo para
consultar su opinión sobre el campamento, quien sabiendo que Alejandro aún no
se acostumbraba al cambio de domicilio accedió. Su esposa no puso objeción pues
tendría que salir a ver su caso y no podía cuidarlo ese día. También le
serviría para conocer más chicos de su edad, así podía hacer más amigos y no
tendría que pasar el día solo.
Ambos padres firmaron el permiso para el campamento,
Eduardo quien sabía que asistiría Alejandro a dicho lugar no le agradaba mucho
ir. Sus amigos lo tuvieron que convencer para asistir, sus papas nunca le
habían negado y esta no sería la excepción. La semana transcurrió rápidamente
con si fueran agua, el jueves la maestra recogió los permisos firmados y le dio
las indicaciones para el campamento. Las cuales eran las siguientes:
1. Deben llevar comida suficiente para ese día, en cuanto a
los demás días ellos se las darían.
2. Llevar dinero para pagar una cuota para la comida
3. Conseguir equipo para acampar
4. Llevar ropa para nadar en el rio, aparte dos cambios más
de ropa
5. No llevar cosas de valor como: cadenas, collares,
pulseras, anillos, etc.
6. Presentarse antes de la 8:00 am en la escuela
El día viernes todos los
chicos se presentaron en la escuela a la hora indicada, los maestros del
colegio irían para cuidar de los alumnos. Formaron parejas para abordas los
autobuses que los llevarían a la hacienda, la maestra asigno los compañeros.
Maestra: Guzmán y Ochoa
ustedes irán juntos, Gómez y Nieto, Cabrera y Bautista...
Continuo nombrando los
compañeros hasta llegar con Alejandro y Eduardo, se le ocurrió la grandiosa
idea de ponerlos juntos. Si bien uno se alegró por la noticia, el otro decía
esto no puede ser porque precisamente el. Abordaron el autobús en parejas,
Eduardo prefirió el asiento junto al pasillo y Alejandro se quedó con la
ventana. El trayecto hacia a la hacienda era muy tranquilo, debido a los
arboles a los lados de la carretera y aves que entonaban sus cantos. Es curioso
como basta salir de la ciudad para apreciar todas las cosas que la madre
naturaleza nos puede ofrecer.
La hacienda “La Esmeralda”
como se llamaba el lugar, era mejor de lo que había descrito la maestra
anteriormente. Cuando llegaron todos los niños bajaron de dos en dos, los
recibió el encargado del lugar y las maestras los organizaron para darles las
reglas del lugar.
Mark: bienvenidos niños a la
hacienda “La Esmeralda”! Mi nombre Mark soy el encargado del lugar. La hacienda
fue fundada por mi bisabuelo en 1880, quien heredo las tierras de su padre. En
un principio teníamos cientos de cabezas de ganado, las cuales vendíamos a la
industria de la carne. Contábamos con 50 peones para las tareas de la hacienda
pero los tiempos cambian, cuando mi bisabuelo murió el precio de la carne cayo.
Su maestra les habrá dicho que tenemos un rio que pasa por la propiedad, un
establo con caballos y animales de corral.
Maestra: una pregunta Mark
Mark: si maestra dígame
Maestra: nos puede dar un
recorrido guiado por la hacienda
Mark: claro que si maestra
pero primero les mostrare donde montaran sus tiendas de acampar.
Niños: queremos ver el rio
para nadar
Mark: síganme niños los
llevare al lugar donde se instalaran durante su estancia aquí.
El encargado guio a los
alumnos junto las maestras para llevarlos cerca de las cabañas de los
trabajadores. El lugar estaba rodeado de vegetación tenía una buena vista de la
propiedad, se podían ver los establos, los huertos de vegetales, árboles
frutales y el rio. Este se ubicaba en el otro extremo, los chicos empezaron a
armar las tiendas de campaña con ayuda de algunos profesores.
Los chicos se llevaron el
resto de la mañana desempacando sus cosas, formaron grupos de 4 personas para
pasar la noche. Luego se reunieron los diferentes alumnos de los otros grados,
desayunaron en el jardín sobre unas mesas improvisadas hechas con tablones de
madera. Las maestras compartieron algunas de sus anécdotas sobre campamentos
anteriores, quienes se mostraban muy interesados por sus historias. Después se
sentaron a descansar bajos los árboles, Eduardo se reunió con sus amigos para
platicar. En tanto Alejandro busco a Jesús pues era el único chico que conocía
y le agradaba realmente.
Alejandro: hola Jesús! Como
estas?
Jesús: muy bien ahora que te
encuentro, no te había visto en dos días. Donde te habías metido amigo?
Alejandro: muy bien amigo
disculpa por eso pero no había tenido tiempo
Jesús: está bien no te
preocupes, como estas tú?
Alejandro: bastante
relajado, te gusta el lugar?
Jesús: quiero conocer el rio
para nadar, me encanta el agua. Sabes no te había dicho antes que practico
natación, desde hace unos meses.
Alejandro: cuáles son tus
pasatiempos?
Jesús: me gusta leer novelas
de ciencia- ficción, misterio, miedo y comedia. Me gusta el ciclismo para pasar
mis tardes. No salgo mucho de casa porque mis padres son un poco estrictos con
mi educación.
Alejandro: a que se dedican
tus padres?
Jesús: mi madre es vendedora
de mostrador en un centro comercial en la ciudad y mi padre director de una
empresa de seguros.
Alejandro: no tienes
hermanos?
Jesús: tengo un hermano
mayor en preparatoria y tú?
Alejandro: soy hijo único
Jesús: que suerte tienes
amigo
Ambos chicos continuaron
hablando durante unas horas más, hasta que los profesores. Empezaron a
llamarlos para ir de paseo al rio, el cual llevaba peces y podían pescar. Los
alumnos se alegraron mucho porque podrían nadar, tomaron sus trajes de baño y
siguieron a Mark. Quien los dirigió por todo el camino, este cruzaba parte de
la propiedad. Este estaba lleno de piedras, arbustos, flores silvestres, musgo
y con algo de lodo. Aunque debían admitirlo el lugar realmente valía la pena,
el agua del rio era cristalina, pura y fresca. Gran parte de ello se debía que
cerca del lugar había un volcán del cual nacía el rio, anteriormente acarreaban
de ahí agua para abastecer la hacienda.
Los chicos llegaron al
lugar, se dispersaron para cambiarse entre la vegetación de la zona. No
tuvieron muchos problemas para nadar a pesar de ser grande, el agua tenía poca
altura y no todos se metieron. Eduardo y sus amigos prefirieron pasear para
investigar más sobre dicho lugar. Cosa contraria a la que hizo Alejandro, quien
lo animo a meterse un rato porque no quería estar solo. Entre risas y chapoteos
pasaron la tarde pero había una sorpresa para ambos, solo que no tenían ni la
menor idea de ello. Otros chicos prefirieron intentar pescar pero no fue tan
fácil como lo creyeron en un principio.
Mark supervisaba los chicos
durante la pesca, lo llevo a un sitio especial para a ver si lograban atrapar
algo. Tres niños tuvieron suerte en la pesca, atraparan varios peces pequeños
que asarian para la cena. Todos disfrutaron de una linda tarde en el agua,
aunque lo bueno tiene que terminar. Cerca de las 6:00 pm se cambiaron de ropa
para regresar al campamento. Mark encendió una fogata para asar malvaviscos,
los peces de los chicos y contar historias de terror.
Mark: chicos acérquense
vamos a formar un circulo para contar algunas historias
Niños: si historias de
terror
Mark: pero no van a gritar
si tienen miedo
Niños: nosotros no tememos a
nada
Mark: siendo así les contare
una historia de terror, basaba en un hecho real.
Desde el momento en el que Luis
entró a la casa se sintió observado por alguien. Pero sabía que esto era algo
ridículo, pues el viejo Pedro había muerto una noche antes y él no tenía
familiar alguno, ni mucho menos un amigo que pudiera estar ahí.
Luis no quiso prestar
atención a esto, pues creyó que solamente eran sus nervios traicionándolo en el
peor momento posible. Por lo tanto, se dispuso a recorrer la casa de un lado a
otro lo más rápido que pudo.
Cada vez que Luis pasaba
junto a uno de los varios cuadros que colgaban de las paredes de la casa, por
alguna extraña razón se volvía a sentir observado, como si las personas
retratadas en las pinturas fuesen quienes no lo dejaran de mirar rencorosamente
por haber entrado a la casa.
Sin embargo, una vez más,
Luis no prestó atención a algo que sabía era imposible. Luego de haber
recorrido la casa entera, Luis creyó encontrar lo que tanto buscaba, una sólida
y pesada puerta de acero oxidado.
Tras forzar la cerradura de
la puerta, al igual que lo había hecho antes con la puerta de la entrada, Luis
fue ágilmente al interior del cuarto ahora abierto, y de inmediato su atención
se posó en un altar en el que se encontraban algunas velas casi extintas y otra
pintura más.
Al ver el cuadro, un
escalofrío recorrió el cuerpo de Luis, pues quien estaba retratado en la
pintura no era otro sino el viejo Pedro. No obstante en ella, el viejo tenía un
semblante oscuro y perturbador, incluso podría decirse: diabólico.
Hasta ese momento Luis nunca
había hecho caso a todos los que decían, que al pasar de noche por la casa del
siniestro viejo; se le podía escuchar platicar con alguien desconocido. Alguien
de quien sólo se podía escuchar un horrible y atroz sonido por voz; la cual, al
parecer, alegraba al viejo de alma negra únicamente con oírla.
A pesar de esto, Luis pensó
que esas historias las contaban sólo para alejar a la gente del dinero del
viejo. Y a Luis el dinero de Pedro era lo único que le importaba de aquél
sitio.
De pronto, la sensación de
que había alguien atrás de él, hizo que la sangre de Luis se helará a causa del
miedo y el horror de lo que esto significaba.
Todos aseguran que en la
noche en la que Luis desapareció de este mundo, se escuchó nuevamente la
macabra risa del viejo Pedro. Haciendo que nadie volviera a pasar por su
maldita casa por tal motivo. Pues además de haber muerto una noche antes; todos
sabían que el único capaz de hacer reír al viejo perverso, no era otro más que
el demonio mismo.
Los chicos escuchaban
atentamente mientras Mark contaba la historia pero no basto con una, es vio obligado
a contar una más. Como buen anfitrión accedió a las peticiones de su público.
Mark: hay les va otra niños
Hace 200 o 300 años en una
mansión cerca del río Mississippi, vivía una familia muy adinerada
descendientes de un fundador de la región. Un día la señora de la casa,
invitó a unas amigas a merendar en su preciosa casa. Una de las criadas, quiso
escuchar lo que decían y puso la oreja en la pared de la habitación donde se
encontraban las señoras.
El señor de la casa la vio y
la cogió con rabia y desprecio por el brazo hasta llegar a la cocina. Llamó a
tres criados más y entre ellos inmovilizaron a la pobre mujer. El señor cogió
un cuchillo y lenta y dolorosamente le cortó la oreja. Sus palabras fueron:
" Eso solo te lo hago para que aprendas a ser menos cotilla, si lo vuelves
a hacer ya sabes lo que te haré"
La mujer aun sangrando se encerró en el sótano y se puso a llorar desconsoladamente. Muy enfadada y dolida, quiso hacer venganza.
Compró unas setas venenosas en el mercado y las colocó dentro de una tarta que luego sus amos comieron. La señora y una de sus dos hijas murieron en el acto. El señor y la otra pequeña, como no comieron demasiado no se envenenaron.
Al cabo de unos días el
señor con la ayuda de siete sirvientes cogieron a la "asesina" la
ataron con unas cuerdas y la colgaron del árbol más grande del jardín.
Años después la casa se convirtió en un hotel y muchas personas que se hospedaron allí aseguran haber visto a una niña pequeña sentada en un sofá llorando desconsoladamente. Otros afirman haberse sentado en el banco de debajo del árbol donde colgaron a la criada y ver a una mujer de color que les empuja y les hace caer del banco con una fuerza y un odio increíbles.
Años después la casa se convirtió en un hotel y muchas personas que se hospedaron allí aseguran haber visto a una niña pequeña sentada en un sofá llorando desconsoladamente. Otros afirman haberse sentado en el banco de debajo del árbol donde colgaron a la criada y ver a una mujer de color que les empuja y les hace caer del banco con una fuerza y un odio increíbles.
Muchos empleados del hotel
también han notado presencias "fantasmales" en muchas de las salas
del hotel y hasta un técnico paranormal que se hospedó en una de las
habitaciones hizo unas fotografías del tejado de la casa donde se pueden ver
una niña y una mujer sentadas allí y con la mirada perdida.
El hotel está abierto y todo el que quiera lo puede visitar.
¿Os atrevéis a pasar una noche allí?
El hotel está abierto y todo el que quiera lo puede visitar.
¿Os atrevéis a pasar una noche allí?
Estuvo contando historias
hasta la 10:00 pm de la noche, otra vez la suerte burlándose de Eduardo. Le
toco compartir la tienda de campaña con Alejandro y otros dos chicos de su grupo,
colocaron sus bolsas de dormir en el suelo y se dispusieron a dormir para
reponer energías.
Alexandra había pasado el
día en el despacho con su colega el licenciado Héctor Moreno, la madre que
había testificado a favor de su hija. Seria trasladada el siguiente día como
parte de un programa de protección a testigos, así evitaría cualquier
represalia a futuro. Su esposo tuvo un día pesado en el hospital por lo que
decidieron pedir comida rápida para cenar, Mónica paso el día ocupado con su
hija menor y el resto del día en la preparatoria dando clases.
Había sido un día muy
ajetreado para nuestros protagonistas pero estaba por ponerse, aún más
interesante el día siguiente. Algo que Alejandro no vio venir, cuando había
pensado que lo había visto todo.
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