Alexandra se reuniría con el
presidente de FRONTERA INMOBILIARIA DEL
SUR, estaba alegre de poder haber concretado una reunión con él y hablar sobre
los puntos de la demanda pero conservando la esperanza de hacerlo cambiar. No
obstante Héctor le repitió verías veces el peligro de oponerse a este, ella
seguía firme en su decisión a pesar de las futuras consecuencias y hoy acudiría
a su oficina por petición de su secretaria. Aunque le esperaban muchas
sorpresas desagradables, se levantó un poco más de lo habitual para preparar el
desayuno y se quedó pensativa su esposo no volvió en toda la noche. Quizás tuvo
un problema en el hospital pero si le hubiera pasado algo lo sabría, dicen que
las malas noticias vuelan más rápido y si nunca escucho sonar el teléfono mejor
siguió su tarea. Los chicos si les comunicaron sobre el entrenamiento, ellas
accedieron si tenían cuidado suficiente durante este y mantener el celular
encendido en todo momento.
Dos
horas más tarde los tres se reunían en la puerta del colegio, bien desayunados
comentando sobre su entrenamiento y presumiendo entre diciendo que ganarían a
todos los participantes. Mónica y Alejandra tuvieron una plática en la
secundaria, un tanto preocupada de haberles concedido el permiso a los chicos y
Mónica le dijo mira solo serán un par de horas por mucho antes de cansarse.
Además bien sabes problemas en la ciudad no suelen haber seguidos, si te
tranquilizas hare que mis conocidos se paseen por allí y vigilen cualquier
sospechoso que se parezca en la zona. Te lo agradecería mucho si lo hicieras es
solo no me acostumbro a que salga fuera, tendrás que hacerte a la idea porque
están creciendo rápidamente y los próximos años serán muy diferentes con las
continuas salidas a divertirse en bailes.
Alexandra:
tienes razón pero siempre hemos sido muy unidos
Mónica:
relájate mira vamos por un café aquí cerca
Alexandra:
tengo una reunión pendiente con un cliente
Mónica:
podría ser mañana no te preocupes
Alexandra:
yo te aviso vecina el día
Dentro
de la secundaria los chicos conversaban un rato poniéndose de acuerdo para el
receso, emocionados de comenzar su entrenamiento por las tardes con el permiso
de las madres y solo les faltaba decidir la rutina que seguirían durante el
transcurso del mismo. 50 vueltas alrededor del parque parecía excesivo si lo
hacían corriendo, hacer lagartijas con estiramientos del cuerpo entero para
fortalecer su resistencia y terminar el maratón en caso de tener otros
compañeros más buenos.
Jesús:
espero hayan traído ropa para hacer los ejercicios
Eduardo:
claro que sí pero debemos buscar un lugar para cambiarnos
Alex:
basta con pedir permiso en un negocio del lugar
En
otro lado de la escuela Damián sorpresivamente decidió participar, las chicas
alabándolo decían seguro tu ganaras eres muy guapo y no tendrán oportunidad de
hacer algo contra ti. Eso alimentaba elevaba su ego hasta las nubes de por si
alto, aprovecharse de las oportunidades su mejor cualidad pero no tanto como el
físico y la tracción que ejercía sobre las personas usando elogios. Alexandra
se despidió de Mónica deseándoles un buen día en el trabajo, ambas subieron a
sus vehículos para continuar su mañana y ella condujo hasta las oficinas
centrales de la empresa. Pasaron cerca de 25 minutos para llegar a el edificio
marcado, estaciono su auto asegurándose de poner varias monedas en el
parquímetro y tener tiempo suficiente en caso de alargar la conversación.
Atravesó
dos puerta giratorias de cristal para entra a la recepción, tres guardias de
seguridad portando armas de fuego le cuestionaron su visita y pidiendo su
identificación para confirmar su identidad parecía exageración. Dado que le
reunió no fue planeada por ella pero bueno, tras una especie de escritorio con
computadora y una silla hizo una llamada a la planta superior anunciando su
llegada.
Guardia:
si aquí tenemos a la abogada Alexandra dice tener cita
Secretaria:
déjale pasar el jefe la está esperando
Guardia:
muy amable en seguida se lo indico
Secretaria:
si es posible escóltela aquí
Un
tipo de 1.80 metros de altos, vistiendo uniforme de policía con placa, chaleco
antibalas, dos pistolas en ambas piernas, su ropa color negro contrastaba con
su piel morena. Un peinado militar con un tono entre enojado y aburrido, le
devolvió su identificación para llevarle personalmente y ella seguía a sus
espaldas pensando como si me fuera a perder. El edificio tenía 100 pisos por
ello demoraría en subir a donde estaba Joseph, este despiadado tirano se
regocijada en sus logras contemplando una maqueta y viéndolos edificios
construidos desde su administración hace casi 20 años. Pronto seria
asquerosamente rico si lograba encontrar el oro, millones de dólares llenarían
sus bolsillos pero necesitaba deshacerse de la basura y ahora podía ofrecer un
poco de dinero sintiéndose generoso de momento. Sin embargo acababa de
encontrar la horma de sus zapatos, Alexandra no estaba dispuesta a beneficiarse
con el sufrimiento de otros y cruzarse de brazos mientras pudiera hacer algo al
respecto.
Subiendo
por el ascensor repasaba lo que diría exactamente al presidente, realmente se
habría de topar con pared en cuanto lo conociera y su vida correría un riesgo
mayor con esa reunión que acepto sin pensar. El ascensor se abrió de par en par
en el último piso, frente a ellos un escritorio con una secretaria dándoles la
bienvenida y haciendo una seña a su acompañante para retirarse del lugar.
Secretaria:
bienvenida sea licenciada Aguilar! En unos minutos la atenderá mi jefe
Alexandra:
buenos días! No se preocupe salí adelantada
Secretaria:
es correcto el presidente está atendiendo un cliente, no quiere un café
mientras espera que lo atiendan y también puedo ofrecerle un bocadillo si
apetece.
Alexandra:
solo tomare asiento estoy bien así muchas gracias
Dentro
de la oficina Joseph la hacía esperar a propósito con un amigo, simplemente
mataba su tiempo festejando prematuramente y viendo la hora llamo a la
secretaria para hacerla pasar. Despidiendo a su invitado hasta la salida con
apretón de manos, ante la mirada curiosa de Alexandra sentada en recepción y se
levantó seguido inmediatamente preparada para hablar con el presidente. En la
secundaria Eduardo con sus amigos se encontraban desayunando, despues de haber
tomado su tercera clase de la mañana y haciendo apuestas sobre quien llegaría a
su límite primero. Resultaba gracioso solo pensarlo porque todos seguían la
misma rutina, caminar es buen ejercicio si no gustas salir seguido de casa y
las circunstancias te impiden hacerlo en cualquiera sea el caso.
Jesús:
les aseguro fácilmente podría ganarles en una carrera
Alex:
si tú comes el doble de comida a veces me pregunto dónde va a parar
Eduardo:
es cierto casi me atrevo a decir que haces brujería
Jesús:
si tuviera poderes haría algo más emocionante no crees
Alex:
sería algo bastante raro pero podrías ser rico
Jesús:
eso ya lo soy no me has visto sin nada si no lo sabrías
Eduardo:
si quisiera ver me buscaría a una chica más guapa
Alex:
cierto que paso con la apuesta?
Eduardo:
hagamos una hoy si pierden deberán sacarse una foto desnudos
Alex:
que sucederá con ellas si perdemos
Jesús:
simplemente quedara entre nosotros nadie debe saberlo
Eduardo:
seriamos el ridículo si lo supieran
Alex:
es un trato justo
En
la empresa Joseph recibía finalmente a la optimista Alexandra, ella entraba con
el dentro de la oficina para iniciar su reunión y cerraba la puerta cruzando
las primeras de frente. El mostraba tener un carácter fuerte pero agradable
como lo vería a continuación, le invito a tomar asiento cerca de un escritorio
de cristal al final del cuarto y prácticamente la parte trasera cristal dejaban
pasar luz solar a través de ellos. Una imponente vista de la ciudad se podía
con solo pararse en la orilla, había acumulado mucho poder a lo largo de su
carrera mostrando pequeños detalles y valiosas posesiones de arte decoraban el
espacio donde se encontraba.
Joseph:
muchas gracias por aceptar mi invitación para conversar
Alexandra:
estoy convencida de llegar a un acuerdo justo para ambos
Joseph:
le compensare económicamente su trabajo de buena manera
Alexandra:
se trata de mis clientes afectados por su compañía buscando sacarlos
Joseph:
malinterpreta nuestras intenciones de mejorar el aspecto de la ciudad
Alexandra:
hay muchos lugares en la ciudad para hacer el complejo de viviendas
Joseph:
la mayoría de ellos son lugares históricos con protección de la ley
Alexandra:
quizás no sea un buen sitio pero mis clientes viven cómodamente en el área,
ellos llevan décadas construyendo un patrimonio propio para su hijos y le pido
que considere la petición de renunciar a su plan de realizar la obra.
Joseph:
la decisión no se trata de mi solamente la junta administrativa respalda todo
Alexandra:
tal vez si pudiera hacerlos cambiar de opinión
Joseph:
soy un hombre generoso podría recompensarla si los convence a ellos de vendar a
mi compañía las casas
Alexandra:
nunca me prestaría a esa clase de intenciones
Joseph:
si necesita tiempo le podría otorgar una semana para pensar su decisión
Alexandra:
mi dignidad no está a la venta como lo piensa
Joseph:
nunca tendrá que volverse a preocupar de problemas económicos
Alexandra:
prefiero tener mi conciencia limpia y dormir tranquila sin cargos de conciencia
a enriquecerme por vender lo único que tengo mi palabra
Los
chicos regresaron a clases después de terminar desayuno en la cafetería, cada
uno partió hacia un salón diferente para tomar la clase y seguir su horario
habitual hasta la salida. Alexandra no quiso continuar discutiendo de valores
con hombre sin ellos, despidiéndose salió enojada por no hacer caso a las
recomendaciones de su socio y ahora comprendía exactamente el método de hacer
negocios del presidente. David le otorgaron unas horas libres en el trabajo
tras el accidente de la noche, evidentemente necesita un respiro tras el estrés
acumulado y durmió en los cuartos donde normalmente lo hacían sus internos.
Mónica todavía desconfiaba de haber tomado la elección correcta de darle
permiso a Eduardo, quizás conversar con Alexandra le revolvió las ideas en la
mente y ahora parecía haber contagiado sus nervios pero se acordó de hacer unas
llamadas. Prometió decirle a conocidos decirles sobre vigilar a los muchachos,
ellos se darían unas vueltas informando todo lo visto y Damián hoy decidió
escaparse de las chicas por se sentía sofocado.
Siempre
le agradaron las atenciones de otros hacia su persona pero tenía un límite,
escapándose tomo una ruta alterna para escurrirse entre sus compañeros y termino
caminando por una parte de la ciudad desconocida hasta entonces. Jesús salió de
la secundaria muy emocionado por empezar el entrenamiento, Alex observaba
claramente a sus amigos de forma particular y pensaba en la apuesta planteada
por Eduardo de desnudarse. Nunca imagino llegar verlos completamente desnudos
en la misma habitación, caminando por las calles compraron unos helados en una heladería
cercana y hacer ejercicio les ayudaría bajar las calorías ganadas estas
semanas. Se sentaron en una banca del parque a disfrutar sus helados
tranquilos, Damián caminando por el lugar se dio cuenta de Jesús dándole
curiosidad y se detuvo para obsérvalos a detenimiento sin problemas.
Ellos
salieron corriendo tras 10 minutos a un local cercano, ahí pidieron permiso
para cambiarse su ropa por otra más cómoda y Eduardo fue el primero en quitarse
el uniforma de la secundaria. Realmente parecía motivado a ganarles la apuesta
del día, Jesús todavía seguía dudando por haberla aceptado en su momento y Alex
se negaba a perder sin haberlo intentado con todas sus fuerzas. Después volvieron
al parque haciendo ruido que despertó a su vigilante, quien decidió quedarse
esperando para ver que tramaban y viendo gran parte de los movimientos no le
quito los ojos a Jesús del trasero. Este se veía bastante cuando se agachaba a
recoger tocar sus pies, se dio cuenta de la oportunidad para conseguir su
diversión y solo debía empezar a llamar su atención con el fin de engañarlo y
convencerlo de tener sexo sin compromiso. Ahora no le parecía el mejor momento
para hablarle con sus amigos presentes, se marchó a casa tranquilamente tras
estar 30 minutos curioseando y Eduardo estaba sudando haciendo los primeros
ejercicios de la rutina. Luego dieron 10 vueltas tratando por el perímetro del
parque de unos 500 metros, algo complicado para ellos acostumbrados a caminar
una distancia relativamente corta y Jesús parecía llevarles la ventaja por hacer
su recorrido diario.
Las
amistades de Alexandra dieron pequeños vistazos en la tarde, varios de ellos
solo los veían sin entender la razón de su preocupación y tenían el lugar
prácticamente para ellos a excepción de unas madres que pasaban. Joseph que
estaba muy disgustado por la reunión con Alexandra, llamo a Robert por teléfono
diciendo empieza está haciéndoles una advertencia y puedes secuestrar a un
habitante de allí si lo quieres para hacerlo más real.
Robert:
tenía pensado en incendiar una vivienda causando un corto
Joseph:
tú eres el experto te daré libre albedrio en el caso
Robert:
hare parecerlo un accidente de ellos
Joseph:
debes empezar en la noche quiero acelerar las cosas me hizo enojar la abogada,
necesito mostrarle lo peligroso que puedo volverme si se niegan a cooperar y mi
proyecto no lo puedo continuar retrasando por gente sentimental.
Robert:
tengo otro pendiente en este momento pero hare lo posible
Joseph:
más te vale sabes como soy con los traidores a mi causa
Este
se encontraba a los límites de la ciudad cuidando a su víctima, recientemente
secuestro a un poderoso empresario del acero y estaba esperando el rescate para
liberarlo en otro lugar. Personas de las más poderosas le pedían trabajos por
su eficacia, normalmente soltaba a los encargos si accedían a demandas
monetarias y otras terminaba matándolos con terribles sufrimientos de gritos
suplicando piedad. Siempre analizaba a detalle sus objetivos en vehículos a lo
lejos, estando seguro de conocer el punto débil dándoles donde les dolía y
gozaba quebrando su voluntad a conciencia muchas veces con palabras. Aunque le
encantaba ejercer violencia en ellos lo dejaba en caso de cabrearse, algunos
tipos se creían intocables lanzándole amenazas de matarlo e incluso le ofrecían
cantidades de dinero superiores a las pactadas por el trabajo. Traicionar a un
hombre podía crearle mala fama entre sus clientes recurrentes, no le costó
dejar su ayudante para darse una vuelta a la zona de interés y viendo a muchas
personas decidió cometer un robo a mano armada.
Ese
claramente sería una llamada atención de aceptar el trato de la empresa, solo
necesitaba el velo protector de la noche ocultando sus fechorías y lograría
hacerlos lamentar su decisión de haberse negado a la propuesta. Joseph siguió
con sus citas programadas del día, tenía una conferencia de prensa a medio día
para atraer a inversionistas nuevos y reuniones con empresarios extranjeros
deseando conocer sus logros. Los chicos se marcharon a casa tras el atardecer
agotados del entrenamiento, sorpresivamente Alex perdió la apuesta quedando
obligado a tomarse la foto desnudo en casa y mostrárselas al día siguiente para
confirmar su palabra. Ellos les pareció más divertido hacerlo igualmente solo
como una broma, ningunos ojos ajenos a los tres chicos se posarían en ellas si
tenían precaución y conservaban sus teléfonos todo el tiempo vigilados preferentemente
guardados. Durante la noche Alexandra le preguntaba a su hijo sobre la tarde,
ella seguía muy enojada por la actitud de Joseph de querer comprarla y David todo
recuperado podía cenar con ellos tranquilamente sin preocupaciones.
Alexandra:
como estuvo su práctica de la tarde?
Alex:
todo salió bien pero me canse entrenando para el maratón
David:
solo es tu cuerpo que esta oxidado por la mala condición
Alex:
en realidad me la paso acostado
Alexandra:
sino fueras tan flojo correrías un poco en el jardín de perdida
David:
así piensas participar con tus compañeros
Alex:
mis amigos no están en mejores condiciones que yo
David:
recuerda también debes hacer una dieta para aumentar tu resistencia
Alexandra:
esa es una buena idea mañana comprare vegetales y frutas
Alex:
te lo agradezco mama
David:
si vas me gustaría lleves mi traje a la tintorería
Alexandra:
me deberás un gran favor mi vida
Sus
amigos pensaron igual bañándose para tomarse las fotografías desnudos, querían presumir
sus cuerpos estando en confianza con los amigos y tenían 6 años de relacionarse
como compañeros y buenos amigos no perdían nada. Jesús solo tomo unos bocadillos
del refrigerador con un vaso de leche, se encerró en la comodidad de su habitación
para hacer su tarea y dormirse temprano viendo una película de terror solo
deseaba compañía. Damián en su casa acostaba jugando videojuegos deseaba a Jesús,
su bello cuerpo le motivaba a hacerlo suyo pero necesitaba un acercamiento y debía
estar seguro del paso que daría pero haría unas pequeñas pruebas. Si lograba la
reacción esperada se lanzaría como lobo a su presa, tarde que temprano sucumbiría
a sus encantos cayendo víctima de sus negras intenciones y podría poseerlo en
numerosas ocasiones disfrutando su cuerpo. Eduardo después del baño veía
caricaturas comiendo un bote de helado de fresa, Mónica todavía estaba ausente
dando clases en la preparatoria a sus alumnos y finalizado el turno se
preparaba recogiendo sus cosas del salón.
Robert
paseaba en un auto merodeando una vivienda vacía haciendo una avería, estaciono
el vehículo a varias casas de diferencia con dos galones de gasolina y abriendo
la cerradura con un alambre entraba sigilosamente en la propiedad. Regaba el
combustible en el suelo con alfombra dejando a su paso un camino, robando
algunas pertenecías como joyas, dinero, papeles importantes y algunas baratijas
que le llamaron la atención en su salida. Luego salió aventando un fosforo
encendido para destruir todo, llamas inmensas quemaban las paredes calcinando
objetos en el interior y haciendo la luz visible a las casas vecinas pero se escondió
a admirar su obra mientras otros vecinos se daban cuenta del incidente. Sumado a
esto secuestró a un joven en el maletero del auto, la idea no sería pedir
rescate a cambio de el por un tiempo para aterrarlos y darles el incentivo que
buscaban en la negativa de abandonar las viviendas. Luego hizo una llamada a su
jefe confirmando el éxito de la misión, estaba comenzando los desafortunados
incidentes para sus víctimas y sabría exigir un buen arreglo a cambio del
servicio que estaba prestando en el cumplimiento de la ambición desmedida de un
hombre.
Héctor
le sugería aceptar un trato para beneficiar a los afectados involucrados, ellos
que sin deberlo ni temerlo estaban luchando con una alacrán y su picadura podía
matarlos en cuestión de segundos con una sola gota. Descansando en su lujosa mansión
le importaba poco la vida de otros, aparentaba preocuparse por las personas más
necesitas y recibió varios premios en pro de su trabajo altruista contra la
pobreza. Aunque tenía mala en bocas de algunos invertía en publicidad efectiva,
contrarrestando los rumores que nunca lograban comprobar de él y se veían
obligados a callar sus bocas por la evidencia que desaparecía.
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