Durante
cientos de años el hombre ha propiciado la destrucción de su entorno, desde la
aparición hace millones de años en este planeta llamado tierra y su continua
fascinación por descubrir nuevas maneras de mejorar su vida. En un principio
con el hallazgo del fuego revoluciono su forma de comer, antes simplemente
solían cazar grandes animales en manada consumiendo su carne cruda y empleando
sus pieles para resguardarse del frio en el invierno. La agricultura les
permitió asentarse en pequeñas aldeas con unas decenas de personas, plantar sus
propios alimentos en los terrenos cercanos a sus asentamientos y dejar su modo
de vida nómada que los hacia moverse continuamente. Es decir pasaron a ser
sedentarios cultivando sus propios recursos para vivir, aunque estos grupos
crecieron rápidamente surgiendo nuevas necesidades y el trabajo en equipo
significo un gran apoyo a los intereses comunes.
Los
vendedores ambulantes en caravanas hacían negocios mediante trueques, estos
solamente cambiaban un objeto por otro a modo de beneficiar ambos lados y
favoreció la creación de la moneda hecha de metales preciosos como el oro.
Genios surgieron con el paso observando a su alrededor, crearon inventos cada
vez más novedosos y fácilmente dieron paso a las industrias que dominarían
mucho del dinero existente. Aunque la curiosidad de ser humano no parecía
terminar ahí, la tecnología avanzo mucho en un par de siglos con invenciones
como internet y el teléfono celular hicieron posible ver la comunicación de una
forma diferente. Las redes sociales albergaban cantidades sorprendentes de
información, delincuentes cibernéticos se aprovecharon de ella robando dinero y
extorsionando a muchas con amenazas de muertes contra sus familiares.
Es
increíble los usos que unos cuantos le dieron a la tecnología en poco tiempo,
la genética un campo de la ciencia empezó a surgir metiéndose con los alimentos
y los gobiernos creyeron poder solucionar la escasez de comida en el mundo. Sin
embargo nuevos problemas como los conflictos armados por territorio, los países
asiáticos continuamente enfrentándose con armas de largo alcance y destruyendo
ciudades enemigas en su intento de conquistar nuevos terrenos. El petróleo un
recurso no renovable siguió siendo extraído por los países, aunque sabían la
situación crítica de este no limitaron su consumo y dados los derivados que salían
de él encarecieron más su precio. Energías renovables como el sol, las mareas,
los geiseres, el viento y agua empleadas en la mayoría de los fueron olvidadas,
sin embargo la energía nuclear pese a su mala fama y su peligrosidad para el
ser humano todavía los países de primer mundo la usaron.
Accidentes
relacionados con ese tipo de energía se repitieron en cadena, Chernóbil se
quedó a comparación de otros eventos 100 veces mayores y destructores de la
vida natural a kilómetros del origen. El calor excesivo producto del
calentamiento global elevo la temperatura de océanos, las costas quedaron
sumergidas en agua salada y el terremoto provocado en la falla de san Andrés
secciono a estados unidos. Ricos de todas las naciones se prepararon en
secretos durante años, construyendo algunos búnkeres subterráneos en el campo a
prueba de bombas y conservaron suministros suficientes para mantenerse con
vida. Tsunamis producidos por erupciones submarinas arrasaron las costas de los
continentes, Asia fue el más afectado dado las nulas precauciones que tenían
para estos fenómenos y años atrás tuvieron una experiencia similar con uno
superior a olas de 30 metros. Está comprobado que la humanidad tiene a repetir
sus errores subestimando la naturaleza, claro las consecuencias no se hacen
esperar ante los desastres ocurridos en el momento y personas inocentes tienden
a perder su vida sin imaginarlo.
Después
de todos los sucesos ocurridos algunos sobrevivientes se adentraron en la
tierra, allí surgieron las nuevas generaciones de descendientes de las familias
afortunadas o desafortunadas depende del punto de vista que lo vean ustedes. La
comunidad científica quiso conservar millones de semillas en un refugio, este
albergo gran variedad de plantas como el trigo, frijol, maíz, soya, calabaza,
lechuga, nabos, rábanos y muchas otras especies domesticadas en siglos de
prosperidad por el hombre. Estas quedaron abandonadas en su prisión de hielo en
el polo norte, cerca de Noruega un bello país para vivir solo si te gustaba el
frio y la ubicación exacta donde se encontraba se perdió junto con ellos. Esas
instalaciones fueron diseñas para permanecer aun después de nosotros, el clima
ayudo a retrasar el deterioro sufrido durante años y mantuvo a salvo un legado
que ayudaría a futuro a nuestros hermanos en su lucha de conseguir alimento.
Los
magnates disfrutaron como reyes al lado de sus familias sin carencias, estos se
dieron cuenta que estar lejos de la superficie tenia desventajas y superaban
por mucho las ventajas de permanecer seguros en sus refugios. Las plantas
necesitaban luz solar para realizar la fotosíntesis naturalmente, trataron de
sustituirla mediante lámparas con una frecuencia similar y hacerlas producir
frutos que sirvieran de comida pero esto disminuía la ganancia. Prácticamente
salir se consideraba un suicidio sin protección, el aire se contamino con gases
tóxicos liberados de enfrentamientos de países reclamando su control y
detonando las mortales bombas biológicas con virus como el ebola. La necesidad
de cooperar atrajo a pequeños grupos de personas solitarias, estas diseñaron
respiradores artificiales que les sirvieron para contemplar unos minutos los
restos del exterior y protegerse de agentes contaminantes existentes en la
biosfera,
Es
el año 3 000 D. C. Alan Valdez Gauna un chico de 17 años creció encerrado,
soñaba con salir al exterior de la tierra para descubrir la verdad y descifrar
los misterios reales como ocurrió. Las personas se pasaban gran parte de su
tiempo sembrando, la comida se escaseaba con mucha facilidad por la cantidad de
individuos y debían prevenir todas las futuras situaciones en la colonia. Desde
pequeño su abuelo se pasaba contándole historias, inculcándole valores porque
tenía la esperanza de heredarle la responsabilidad y hacerlo jefe de la colonia
dado que su hijo no tuvo el resultado esperado. Este no le importaba mucho su
seguridad de ellos, continuamente dejaba la colonia para salir explorar
territorios vecinos y debía mantener cierto cuidado con ellos porque sus reglas
no eran iguales. A pesar de ser consciente de las necesidades, su vida era
completo desastre una razón más para no dejarlo a cargo y buscar un mejor
sustituto para ocupar el cargo tan importante.
Hace
algunos días lograron adquirir un respirar artificial con un traje protector,
los miembros de la comunidad estaban felices de haberlo conseguido en poco
tiempo y ampliar las búsquedas al exterior pero seguían teniendo miedo de
hacerlo. Alan no temía comprobarlo el mismo si funcionaba, escabulléndose en la
oscuridad de la noche con todos durmiendo y aventurándose se precipito a
tomarlo sin que nadie lo escuchara. Las cuevas donde se encontraban viviendo
tenían muchos pasadizos, años estudiando las rutas de evacuación le dieron
ventaja y solo le tomo un par de horas llegar a la salida evitando varias
trampas. Abrió una pesada puerta de hierro maravillándose al ver edificios en
ruinas, estos parecían haber sido empleados para una fábrica y la cantidad de
herramientas esparcidas superaba sus expectativas.
El
traje parecía funcionar por el momento sin problemas, tenía ganar de continuar
revisando los alrededores solo y camino cerca de 50 metros revisando entre el
suelo estéril. Termino cansándose de soportar dicho peso de su atuendo, busco
un espacio para refugiarse del sol que asolaba y sin poder evitarlo se quedó
dormido en el suelo. Dylan Dark un chico de mundo en continuo movimiento,
viajando de ciudad en ciudad para conocer vestigios humanos y consiguiendo
comida para porque reunir energía era vital. Sin embargo existían grupos
rebeldes exiliados dedicados al comercio ilegal, todas las colonias sabían de
sus métodos operativos y el contrabando de personas a cambio de metales
preciosos. Ciertas experiencias anteriores los obligaban a estar alerta con
ellos, estar completamente solo sin amigos lo ponía en desventaja y sus padre
trágicamente murieron de pequeño pero la causa nunca la tuvo clara.
10
años de edad cuando ocurrió su desaparición, un día que decidieron reunir
provisiones de comida y abandonaron la seguridad de su cueva en las montañas. Pasó
mucho tiempo esperando su regreso pero fue en vano, las esperanzas de hallarlos
disminuían considerablemente con el paso del tiempo y consumiendo lo poco con
que contaba sobrevivió un par de semanas. Quedarse allí simplemente hubiese
significado su muerte, dentro de una vieja mochila metió cosas indispensables
para su viaje y armándose de valor puso el primer pie fuera del único hogar que
conocía. Nunca imagino que llegaría este punto de su vida tan pronto, todavía
le parecía ver las siluetas de sus progenitores cenando y agradeciendo de
compartir un día más en familia a pesar de la situación. La terrible realidad
superaba por mucho sus expectativas de salir adelante, vago durante día en las
ruinas de ciudades enormes sin señales de personas y paso un sin fin de
problemas intentando hallar un refugio permanente.
Tuvo
que aprender a defenderse solo sin nadie a su lado por su seguridad, sus padres
no le hablaron mucho de la historia sobre el poder y varias veces se encontró
con libros destrozados por las llamas de incendios. La información que
contenían le dio un amplio panorama de la vida posguerra, una aventura en
particular lo llevo a enfrentarse con los rebeldes y tras una huida de varios
días persiguiéndolo escapo del radar de estos. Todo sucedió mientras se
encontraba en el campo recolectando frutos silvestres, un hombre de entre 20 y
25 se le acerco por la espalda con la idea de apresarlo y traía ropa
desgarrada, varios arcillos en las orejas, cicatrices en brazos y cara. Un
peculiar aroma que se mezclaba con el ambiente a sudor, su voz prepotente le
inspiraba miedo razón por la cual se paralizo en el lugar y tuvo ciertas dudas
de alejarse corriendo pero igual debía hacerlo.
Hombre:
miren que tenemos aquí
Dylan:
no estoy haciendo nada malo solo recogía plantas
Hombre:
seguro serás una buena mercancía para vender
Dylan:
déjeme ir no causare líos
Hombre:
ahora serás mío para hacer contigo lo que desee
Dylan:
solo soy niño no me puedes llevar contigo
Hombre:
muchachos vengan aquí tenemos otro esclavo para vender
Aprovecho
la distracción para salir corriendo pero estos le siguieron, estaba desesperado
porque no había donde esconderse y camino mucho tiempo para perderlos lo
suficiente. Sucesos así continuaron repitiéndose claro que dylan los evadía,
apenas notaba presencias extrañas tomaba una nueva dirección confundiéndolos y dejaba
a su paso rastros falsos sin temor a ser víctima de ellos. Alan despertaba de
la siesta acostado en el suelo feliz de haber probado su teoría, escucho unos
ruidos a lo lejos provenientes de otro edificio casi destruido y le dio
curiosidad saber quién los estaba haciendo pero debía moverse despacio. Dylan
busca entre los escombros materiales que le fueran útiles, tenía pensado hacer
su refugio temporal ahí porque parecía seguro y llevada 1 semana caminando solo
parando a descansar un tiempo. Varios paneles de metal le servirían para
resguardarse del frio, los meses no existían más desde la catástrofe global se
perdió la cuenta y las estaciones del año no variaban mucho según el lugar.
Le
sorprendió mucho ver un chico unos metros adelante hurgando entre los
escombros, en que momento habrá llegado aquí si no vi a nadie antes cuando me dormí y me pregunto estará solo o
tendrá compañía esperándolo en algún lado. Bien dice un dicho la curiosidad
mato al gato pues este término echándose de cabeza, accidentalmente termino
tropezando con un pedazo de pared frente a él y cayó sobre una balsa de agua
acumulada en los últimos días. El sonido alcanzo a llegar a dylan que
inmediatamente saco una navaja, estaba completamente de seguro de no haber sido
seguido y los rebeldes suelen estar en grupos numerosos. Al ver a Alan tirado
sin moverle surgió cierta desconfianza con él, como considerarlo si enemigo o
amigo dado su rara vestimenta que portaba y tras unos minutos viendo con
detenimiento escucho una voz.
Alan:
auxilio creo que me atore en algo
Dylan:
dame una buena razón para ayudarte sino te conozco
Alan:
si quisiera atacarte lo hubiera hecho cuando estabas de espaldas
Dylan:
quizás solo estas esperando refuerzos para hacerlo
Alan:
mira solo estaba explorando la zona por pura curiosidad
Dylan:
donde estas refugiándote en caso de ser cierto suponiendo que decido cooperar
contigo
Alan:
aunque lo dijera no me creería tan fácilmente
Dylan:
entonces hare de cuenta nunca haberte visto
Alan:
vengo de una colonia subterránea que ha sobrevivido durante años en las
sombras, mi familia debe estar preocupada por mi
Dylan:
ya vez no era difícil de hacer espera te daré una mano para salir de allí
Ayudado
de una cuerda lo saco cubierto de agua pero también lodo, mirándose los de
frente en un silencio pensaba Alan seguro me matan y ahora que hare con el
mentado traje de la colonia. Quien será esta chico que vaga entre los escombros
sin miedo, creía no existía más gente viviendo en la superficie por la
contaminación y demás partículas toxicas en el aire que se respira según mis
datos.
Alan:
te puedo hacer una pregunta
Dylan:
claro hazla no te preocupes
Alan:
aceptaste muy rápido mi respuesta aun pudiendo ser mentira
Dylan:
te sorprenderías todo que he visto más allá de estas fronteras
Alan:
sabes no imaginaba encontrarme a nadie en este zona
Dylan:
te recomendaría tener cuidado si sales solo a merodear tu solo
Alan:
insinúas que no soy lo suficiente bueno para defenderme
Dylan:
mira chico existen muchos sujetos gustosos de apresar a la gente con tal de
ganar dinero, he visto como son maltratados a fin de someterlos a voluntad y
abusados para hacerlos esclavos que intercambiar por oro. Tuviste suerte de
encontrarte conmigo porque de lo contrario no vivirías, haría bien de regresar
a tu caverna sano y salvo con tu familia.
Alan:
me choca ser tratado como un menor indefenso sin idea del mundo
Dylan:
cuál es tu nombre?
Alan:
mi nombre es Alan Valdez y tú?
Dylan:
soy Dylan Dark un gusto en verte
Alan:
tengo muchas cualidades útiles si tan solo me conocieras te darías cuenta, mi
abuelo me considera una buena opción para su reemplazo y se cosas que la
mayoría de individuos ignora sobre su existencia. Tengo 17 años los suficientes
para sobrevivir sin ayuda de nadie, quizás nunca haya salido antes a ver los
restos sobre la superficie y eso no significa que puedas tratarte como a un
inútil sin verme en acción primero.
Dylan:
tal vez juzgarte está mal pero no tienes idea de los peligros que hay
Alan:
no quieras hacerte el sabelotodo conmigo
Dylan:
tienes un carácter fuerte para tu edad amigo
Alan:
solo quiero ser tratado como un igual sin distinción
Dylan:
yo me quedare esta noche a dormir aquí pero tu vuelve a tu hogar
Alan:
será lo mejor pareces ser muy independiente
Este
regreso por el camino hasta la colonia era un largo camino que recorrer, su
padre debería estar muy preocupado si noto su ausencia y seguramente lo
interrogaría con preguntas poniéndolo nervioso. El castigo lo tenía sin cuidado
pues hace tiempo no lo hacían, claro a partir de ahora la cosas serían muy
diferentes pues sabia de la superficie y ese misterios chico que conoció de la
nada despertaban su curiosidad. Dylan era un chavo alto de estatura, complexión
delgada, ojos verdes, cabello castaño, una sonrisa llamativa, un acento algo
chistoso y vestía ropa desgastada pero su aroma atraía. La higiene es un factor
primordialmente hablando de la presentación, solía bañarse con agua de la poca
lluvia que le tocaban en el lugar y si encontraba
ropa no veía problema en cambiarla por la suya. Hace poco hallo un escondite
subterráneo que fue abandonado, moviendo entre las cosas se topó con ropa de su
medida y decidió renovarse así mismo aprovechando la ocasión tan rara. Un
pantalón de mezclilla negra, una camisa de algodón, zapatos de construcción y
un sombrero maltratado.
Lo
que más atraía era su forma de expresarse a pesar no entablar charlas
frecuentemente, podía asombrarte contando innumerables hazañas vividas en poco
tiempo y las lecciones que tuvo que experimentar en carne propia para entenderlas.
Demás de cicatrices en el cuerpo que usualmente no dejaba verlas, Alan era bajo
de estatura a comparación de su nuevo conocido y sus características lo hacían
parecer un chico indefenso. Su físico un tanto similar a dylan pero más
fibroso, ojos negros, brazos largos, músculos en formación y un tono de voz
grave fácilmente identificable. En cuanto a su forma de vestir siempre solía
ponerse la ropa más grande, tampoco es que tuviera mucho de donde escoger en su
casa y cargaba dos bomerangs con un arco y flecha. Los deportes no eran su
fuerte pero si la inteligencia para desarrollar planes, presencia al abuelo
tomar las decisiones en la colonia le daban un idea de que hacer y relajarse
para hacer una elección que los sacara del aprieto. Bajando por el túnel de
regreso solo podía pensar en su padre, le diré que me extravié en el laberinto
cercano a las grutas abandonadas y me costó hallar el camino correcto para
volver pero estoy bien.
El
traje quedo sucio completamente pero solo lo limpiare disimulando, dos
angustiantes horas más tardes estaba en su casa y venían tan alegre que no se
dio cuenta del abuelo. Todos los días sin falta desaparecía sin pronunciar
ninguna palabra al respecto, muchos se cuestionaban donde se metía en esos
momentos y los habitantes intentaban seguirlo pero sus conocimientos les
superaba. Estaba sentado sobre una roca relajándose al parecer, Alan aun dentro
del traje pronuncio lo primero que se le vino a la mente y pedía que no lo
delatara con los demás por miedo a ser juzgado ante ellos como otros casos.
Alan:
no veas a si te puedo explicar lo sucedido
Abuelo:
si la evidencia habla por sí mismo no debes hacer nada
Alan:
solo se trata de un inocente viaje a las cavernas
Abuelo:
entonces de que te sirve ese traje tan costoso contigo
Alan:
tenía muchas ganas de estrenarlo
Abuelo:
porque la suciedad sobre ambos si es cierto lo que me dices?
Alan:
me caí en el lodo por no ver donde caminaba
Abuelo:
lo correcto sería decir que saliste a curiosear a pesar de las advertencias,
has traicionado la confianza de los demás en la colonia e intentas engañarme
con mentiras infantiles como si fuera un tonto.
Alan:
quería comprobarlo con mis propios ojos porque nunca les creí
Abuelo:
te trape in fragante pero descuida no les diré a nadie porque debes aprender de
tus errores tú, algún día estarás a cargo de los habitantes
Alan:
yo no quiero ser responsable de nada
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