En el capítulo anterior:
Eduardo estaba completamente
feliz de haber cumplido su plan con Alejandro, quien accidentalmente olvido su
bastón luminoso y se retiró con su madre muerto de cansancio. Alex despertó con
la idea de regresarle el favor, así que con todos los ánimos del mundo para
invitarlo a desayunar y hacerle compañía con su amigo Jesús. Ambos chicos se
levantaron con muchas ganas de comenzar su rutina, se bañaron para arreglarse
con el uniforme y desayunaron una rica comida preparada con mucho amor. Además
le agradeció a su madre haberle cumplido la promesa, se dieron un gran abraso
como recompensa y disfrutaron de un alegre momento madre e hijo.
Le conto a Alexandra todos
los números vistos en el circo, ella escuchaba cada palabra salir de su boca atentamente
y posteriormente se retiraron a la primaria. Ambas familias se enfrentaron el
tráfico de la mañana, cosa que casi les cuesta llegar tarde a la escuela y
llegaron uno seguido del otro para conversar. Una oportunidad perfecta de
hablar pacíficamente, Eduardo le entrego su recuerdo del circo y este le
propuso su idea en mente sobre el receso. Aunque cierta indiferencia por parte
de sus amigos, quienes siempre lo apoyaron mutuamente y ahora desconfiaban de
su actitud. Durante la hora de su receso salieron juntos para hacerle compañía
a Jesús, ellos conversaron como buenos conocidos e intercambiaron algunos
detalles de su vida.
La maestra les dio una clase
sobre cultura parte del nuevo programa de educación, los niños estaban con su
mejor actitud de aprender nueva información y las dinámicas hacían más amenas
las clases. Hablarían sobre Estados unidos y algunas de sus características, un
país con muchas tradiciones mezcladas y la fusión de sus costumbres con
extranjeras. En la salida esperan a sus madres en completo silencio, Mónica fue
la primera en llegar por Eduardo y se le ocurrió invitar a Alejandro a jugar
toda la tarde. Sin embargo necesitaba permiso de su madre, haciendo uso de sus
tácticas para conseguirlo y solo restaba informarle a Alexandra de su
propósito.
Logro salirse con la suya
usando sus talentos de convencimientos, posteriormente regresaron a sus casas y
el resto de la tarde paso de lleno sin nada interesante. Alexandra siguió
trabajando su caso en la oficina, Mónica fue a dar clases a la preparatoria y
una familia ceno una rica comida familiar. Por otro lado los vecinos solo
pudieron disfrutar de una pizza, dado su limitado tiempo para preparar algo y
su cansancio del trabajo la dejo agotado.
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Miércoles por la mañana el
día de hoy sería digno de recordar, ambos chicos pasarían jugando la tarde
juntos y disfrutando de su convivencia. Eduardo se levantó temprano para
planear su tarde, Mónica se hizo presente en su habitación y lo vio sentado en
su cama pensando pacientemente. Raras veces lo había visto antes así, se acercó
para preguntarle sobre el motivo y hacerle compañía en su momento de confusión.
Mónica: buenos días hijo!
Eduardo: buenos días mama!
Mónica: te noto algo
pensativo este día
Eduardo: solo planeaba mi
tarde con Alex
Mónica: no te gustaría comer
palomitas, pizza, refresco y dulces
Eduardo: solo si me lo
permites
Mónica: comprares las cosas
en la ciudad para prepararlas
Eduardo: ahora actúas raro
tu madre
Mónica: quería consentirte
un día por lo menos
Eduardo: que me contara a
cambio
Mónica: esta vez no te diré
el costo
Eduardo: me iré arreglar
para la escuela
Alejandro se encontraba feliz
de sus planes de hoy, solo asistiría a la escuela comenzando su rutina diaria y
luego sería recompensando con una tarde de amigos. Se levantó de la cama para
saludar a su madre, esta vez era diferente su padre entraría un poco más tarde
y tendría la oportunidad de acompañarlos a desayunar. Se fue corriendo hasta el
baño para empezar a bañarse, rápidamente se quitó su pijama tirándola al suelo
y abriendo la llave de la regadera se metió para mojarse. Se tardó menos tiempo
de lo esperado con la idea de llegar temprano, se puso uniforme de la escuela
que tenía en el cuarto y se reunió con sus padres en el comedor.
Alex: buenos días papas!
Alexandra: buenos días hijo!
David: buenos días hijo!
Alex: no fuiste a trabajar
hoy
David: me iré más tarde para
el hospital
Alex: entonces desayunaremos
juntos
Alexandra: cuéntale de tu
invitación a jugar
Alex: a que te refieres con
ello?
Alexandra: no recuerdas que
Eduardo me pidió permiso de jugar contigo
Alex: ya te comprendo mama
Alexandra: mejor date prisa
en terminar tu comida
Alex: si mama permite un
momento
David: cuál es la prisa por
llegar temprano?
Alexandra: evitar el tráfico
de la mañana
David: eso raras veces
ocurre
Alexandra: ayer tuvimos la
mala suerte de toparnos un embotellamiento
David: es una posibilidad
Tuvieron un alegre momento
en familia para convivir, David se retiró del comedor después de terminar sus
alimentos y se despidió de su hijo con un abrazo. Alexandra se dedicó a hacerle
unas caricias matutinas a su esposo, aunque para ello se alejaron de su hijo
porque no querían incomodarlo y tener un poco más de privacidad. Mi vida te
cuidas mucho en el trabajo, te voy a extrañar mucho con mi corazón y sabes cada
día junto a ti parece un sueño, algo que siempre imagine desde antes de
conocerte. Le dijo a David acercándose a él, ella no que dejar pasar el momento
le respondió mi tiempo se congela lentamente con tu llegada y mis días no están
completos y tú sola presencia se vuelve un lucero en la oscuridad.
David: no me alcanzara la
vida para agradecerte que me hayas elegido
Alexandra: soy yo quien
debería hacerlo
David: te amo mi bella
princesa
Alexandra: te quiero mucho
mi cielo
David: yo mucho más pero
debo irme
Alexandra: que tengas un
buen día en el trabajo
David: igualmente amor
Después subió a su coche
para dirigirse al hospital, Alejandro quien se había quedado solo en el comedor
y solo fue a su cuarto para recoger su mochila. Salió afuera de la casa donde
estaban sus padres, allí le dijo que estaba preparado para la primaria y ella
veía alejarse a su esposo en dirección de la ciudad. Mama ya estoy listo para
la escuela, le dijo a su madre.
Alexandra: permíteme unos
minutos para salir
Alex: aquí te espero en la
entrada
Alexandra: puedes subiste a
la camioneta
Alex: si mama me adelanto
entonces
Ella solo entro por unos
minutos a la casa en busca de su bolsa, tuvo algunos problemas para encontrar
las llaves y como ironía la fue a hallar en el último lugar que busco. Salió para
unirse con su hijo, tomo su puesto de piloto a bordo de la camioneta y
condujeron con algo de prisa hasta la primaria. Mónica le llevaba cierta
ventaja de tiempo, debido a ello fueron los primeros en llegar a su destino y
poco a poco se les unían los demás compañeros.
Eduardo: buenos días!
Alex: buenos días!
Eduardo: listo para la tarde
Alex: gracias por la
invitación
Eduardo: no fue nada veras
tengo todo planeado
Alex: mi madre está feliz de
que haya hecho un amigo nuevo
Eduardo: la mía está dispuesta
a comprar varias cosas para nuestra diversión
Alex: espero con ansias la
tarde
Eduardo: tu amigo Jesús me
cayó bien
Alex: es enserio?
Eduardo: si me agrado su
forma de ser
Después de dejarlos se
marchó hacia la ciudad para comprar lo necesario, algunos ingredientes de la
pizza con las sodas y varios paquetes de palomitas. Posteriormente regreso a su
casa con la idea de preparar la casa, antes había hecho pizzas en el pasado pero
fue hace años y solo esperaba que fuera comestible. Quería darle una buena
impresión a su vecino con golosinas, ellos mientras tanto estaban comenzando su
mañana en la primaria y la maestra pasaba su lista de asistencia. Los amigos de
Eduardo actuaban con indiferencia hacia él, quizá debería hacer un intento para
solucionar sus problemas y reparar sus lazos de amistad hechos tiempo atrás.
Las clases continuaron de lo
más normal con actividades, Alberto amigo de Eduardo dio el primer paso e hizo
el primer contacto para hablarle. No tenía otra opción que escuchar sus
palabras, la muestra no prestaba atención a las distracciones y reviso algunas
de las tareas pendientes sin calificar.
Alberto: escucha bien amigo
mis pensamientos con respecto a Alex, nuestra intención no era alejarte de
nosotros y cuestionar tus decisiones de amistad.
Eduardo: quizá fui bastante
injusto de mi parte
Alberto: hace cuánto tiempo
nos conocemos?
Eduardo: desde el preescolar
Alberto: todo ese tiempo
siempre te apoyamos o no?
Eduardo: es verdad
Alberto: entonces dejaras todo
eso atrás?
Eduardo: hagamos una cosa
Alberto: que tienes en
mente?
Eduardo: si ustedes dejan de
interferir en mi amistad con Alejandro
Alberto: solo promete que no
nos excluirás
Eduardo: lo prometo
Alberto: solo debemos
decirles a los demás
Eduardo: lo haremos más
tarde en el receso
Todos los chicos se
reunieron en el patio de la escuela, Alejandro también asistió por invitación
de Eduardo y así terminarían su conflicto interno entre ellos. Se hizo una presentación
formal de todos los integrantes, explicaron el acuerdo anterior con la
finalidad de aclarar sus rivalidades y tratar de llevarse bien con los demás.
Eduardo: mira ellos son mis
amigos Alberto, Santiago, Jorge
Alex: mucho gusto en
conocerlos yo soy Alejandro
Eduardo: ahora todos se
conocen
Alberto: disculpa por
tratarte mal antes
Santiago: solo teníamos
miedo de perder nuestro a amigo
Jorge: no tenemos nada en
contra tuya
Alberto: si quieres podemos
ser amigos
Jorge: como prueba te invitamos
a desayunar con nosotros
Alex: no es por ser descortés con ustedes pero me reuniré con mi amigo
Santiago: entonces será la
próxima vez
Eduardo: me gustaría
acompañarte Alex
Alberto: nos vemos después
en clase
Los amigos de Eduardo se
fueron por un lado a desayunar, mientras este se alejó con Alex para disfrutar
su receso y hacerles algo de plática para variar su rutina. Jesús se alegró
mucho de ver contento a su amigo, además Eduardo le empezaba a agradar su amistad
y podía estar seguro de sus intenciones con el eran buenas. El tiempo de
convivencia casi nunca les alcanzaba para mucho, posteriormente tuvieron que
retomar sus clases en el aula y el aire de indiferencia presente durante el
inicio del día. Parecían que los problemas se habían desaparecido
momentáneamente, incluso se juntaron en algunas actividades e hicieron de
cuenta como si no hubiera pasado nada.
En el término de las clases
Alex se volvió a juntar con su vecino, finalmente había llegado la parte más
esperada de su día y solo se dedicarían a disfrutar su tarde tranquilamente.
Alexandra no se presentó a recoger a su hijo porque Mónica lo haría, esta llego
con prisa varios minutos de la hora habitual y escuchando música con el volumen
alto. Apenas los vio bajo el espejo de la puerta para saludarlos, ellos estaban
ansiosos de regresar a su casa y empezar sus planes de diversión sin
supervisión.
Mónica: hola niños!
Eduardo: hola mami! Te
extrañe mucho
Mónica: como sabrás Alex tu
madre no vendrá por ti
Alex: eso escuche ayer
Mónica: suban los dos a mi
auto para irnos a casa
Eduardo: ya vamos mami
Después de haber subido al
auto ambos chicos, ella arranco el auto para conducir de vuelta a casa y los
niños iban en la parte de atrás jugando. Espero la niñera no demore mucho en
llegar para cuidar a Eduardo, solo esperare unos minutos en caso de no estar
allí o bien le marcare por celular para confirmar si vendrá. Busco una nueva
canción en el reproductor del automóvil, hasta encontrar la canción Carpenters “Close
To You” y los recuerdos invadieron su mente con el pasado. Los autos pasaban
rápidamente junto al suyo mientras conducía en la carretera, el paisaje daba un
retroceso en los edificios y aparecían algunos árboles típicos de los
suburbios.
Las casas con jardines
reemplazaban construcciones completas, cercas construidas de madera pintadas de
blanco y caminos hasta las viviendas de estilo conservador. Todas pintadas con
colores llamativos a la vista, el siempre verde césped del frente cortado con
algunos rosales plantados y una fuente en uno de ellos le daban un aspecto
pacifico. Cuando llegaron finalmente a su destino la niñera se encontraba en la
puerta, su rostro expresaba desesperación por la espera y quiso disimular
saludando a Mónica.
Niñera: buenas tardes
señora!
Mónica: buenas tardes!
Niñera: disculpe que venga
apenas a trabajar
Mónica: te paso algo malo?
Niñera: solo un pequeño
problema familiar
Mónica: mira si te puedo
ayudar en algo solo dímelo
Niñera: no se preocupe ya
paso
Mónica: niños bajen del auto
para entrar a la casa
Obedientes hicieron lo que
les pidió Mónica para entrar a la vivienda, ella había pasado el PlayStation
para conectarlo con la televisión de plasma y colocado todos los videojuegos
cerca. En una mesa pequeña de altura media puso la pizza hawaiana con la de
peperoni, las palomitas de maíz sabor mantequilla y sodas de sabores toronja y
fresa. Eduardo quejo perplejo de solo ver las cosas ahí, nunca había hecho nada
así en el pasado con otro amigo y ahora su madre le puso todo en charola de
plata para disfrutar su tiempo.
Mónica: tal como lo prometí
hijo compre todo para una tarde memorable
Eduardo: muchas gracias mami
te luciste
Mónica: solo espero le guste
la pizza porque yo misma las prepare
Alex: enserio las hizo usted?
Mónica: en el pasado aprendí
un poco de panadería
Tomando un cuchillo se
dispuso a cortar una de las pizzas, coloco dos porciones en platos para
entregárselas y ellos no esperan para probar la pizza aun tibia con el queso
chicloso.
Alex: está muy rica me
encanta
Eduardo: si mama muy rica te
quiero
Mónica: me alegro que les
guste pero ahora me retirare para mi trabajo, se quedan con Aranza la niñera
pero no le desobedezcan y hagan todo lo les pida en mi ausencia.
Eduardo: si mama lo haremos
Ella le dio las últimas
indicaciones rápidamente para pasar a despedirse, recogió su material didáctico
para la clase y subió a su coche rumbo a la preparatoria. En frente de la casa
toco el claxon, posteriormente aumento la velocidad desapareciendo en el
horizonte. Alexandra decidió quedarse hasta más tarde en la oficina, trataba de
conseguir una orden de registro de las cuentas bancarias y comprobar el
desfalco de la familia de su cliente. Los detalles son los más difíciles de
cuadrar, aunque hizo la petición para la orden y el juez acepto la petición
esta no sería inmediata. Su socio trataba de animarla a no desesperarse, si
algo había aprendido con el tiempo era tener paciencia y estar atento de
cualquier cambio en la situación.
En otro lado de la ciudad
Mónica estaba llegando a su trabajo, la directora la saludaba atentamente en la
entrada y sonreía dándole la bienvenida. Ella estaciono su coche en el frente,
abrió la puerta para salir con su material en las manos y cerró la puerta
activando la alarma con el control. Algunos de sus alumnos estaban fuera del
salón platicando, Iván uno de ellos la saludo con un beso en la mejilla e
incluso se ofreció a cargar sus libros.
Iván: buenas tardes
profesora!
Mónica: buenas tardes Iván!
Listo para las lecciones de hoy
Iván: digamos que si
Mónica: no lo pareces
Iván: la ayudo con sus
libros
Mónica: yo puedo con ellos
pero gracias
Iván: está segura?
Mónica: completamente si
quieres ayudarme reúne a tus compañeros en el salón por favor
Iván: en un momento los hago
pasar al aula de clases
Mónica: muchas gracias
Recorrió la preparatoria en
busca de todos sus compañeros de aula, diciéndoles el mensaje de la profesora
para entrar al salón y ellos ingresaban rápidamente. Ella comenzaba a escribir
una actividad en el pizarrón, Iván regreso varios minutos más tarde y saco su
libreta para comenzar a escribir. Le informo a la profesora que esos eran todos
lo que encontró, ella le agradeció por haberle ayudado y posteriormente empezó
a explicar la actividad del pizarrón.
Mónica: buenas tardes
chicos!
Alumnos: buenas tardes
profesora!
Mónica: comencemos las
actividades de este día
Alumnos: no podemos dejarlo
para después
Mónica: se las pondré fácil
ustedes eligen la forma más fácil de trabajar, solo sigan las siguientes
indicaciones del pizarrón y terminen antes de una hora. Es un cuestionario de
50 preguntas sencillas de responder, si lo requieren consulten su libro o bien
a sus compañeros de los lados.
Ella observaba mientras los
chicos se juntaban entre sí para elaborar su cuestionario, algunos resolvían
fácilmente las preguntas sin dudar de sus conocimientos y otros solo se
dedicaban a copiar las de sus compañeros. En la casa de Mónica Alejandro se
encontraba jugando videojuegos con Eduardo, decidían como hacer más interesante
su tarde e inclusive se retaban continuamente con castigos.
Eduardo: ahora cual juego?
Alex: cuales son las
opciones?
Eduardo: Mario Bros, Dead
Space 3, Army ot Two The Devil´Cartel, Crysis 3, The Secret World, Battlefield
4
Alex: Dead Space 3
Eduardo: esta vez que será
la apuesta?
Alex: dejémoslo libre para
decidir otra vez
Eduardo: no quieres más
pizza
Alex: me gustaría otro vaso
de refresco
Eduardo: seguro no quieres más
pizza o palomitas de maíz?
Alex: si quiero muchas
Realmente estaban pasando una
tarde diversión disfrutando de la compañía mutua, la niñera solo les vigilaba
de vez en cuando y se cercioraba que no se les ofreciera algo. Las actividades
de Mónica en la preparatoria pasaban rápidamente, sus alumnos mostraban haber
estudiado un poco y el sol fuera se empezaba a ponerse con el paso de las
horas. Iván buscaba el reconocimiento de su maestra, esta solo se ocupaba de
revisar las tareas de ellos y hacerles unas críticas sobre las respuestas de
cada uno. Después de retirarse de la escuela primaria los amigos de Eduardo, se
habían reunido para conversar en la salida de Alex y solo parecía que habían actuado
sobrellevando el asunto.
Alberto: no me simpatiza en
absoluto
Jorge: a mí tampoco
Santiago: pero debemos ser
cuidadosos con ello
Alberto: confiarnos es un
error
Jorge: alejarlo despacio es más
adecuado
Santiago: a partir de ahora
lo intentaremos
Alberto: solo será cuestión de
tiempo
Ellos estaban decididos a
separarlos a toda consta porque no les simpatizaba, su estrategia seria
implementada en los días siguientes y no desistirían ante nada con tal de
hacerlo realidad. Después se marcharon a sus casas con la idea en mente, Eduardo
no tenía en cuenta su plan secreto ignorante de su enemistad y quizá pronto llegaría
un momento de tomar una decisión definitiva. Aunque cruzaría esa puerta cuando
llegara el día, las intenciones de lograr una amistad sincera y duradera en los
años venideros con ellos. Los últimos rayos de luz solar dieron paso a la
oscuridad, definitivamente un recuerdo muy importante en su compañerismo y una
prueba de confianza mutua para ambos. Alexandra llego a eso de las 6:00 pm a su
casa cansada, sol esperaría el regreso de su vecina de clases y recogería su
hijo Alex quien estuvo fuera todo el día.
Empezó a preparar la comida para
la cena, tengo que hacer rápido en poco tiempo y ya tengo en mente que debo
hacer. Saco unos paquetes de macarrones para gratinarlo con queso parmesano, una
salsa de tomate tipo español con crema, champiñones y maíz en granos. Quedaría mejor
si lo acompaño con una salsa con chiles adobados o unas COSTILLAS BBQ de cerdo,
tal vez lo último seria en otra ocasión con más tiempo y tendría que conseguir los
ingredientes con calma. Mónica apareció en su coche pasado de las 8:00 pm, salió
a encontrarla acompañándola hasta la entrada de su vivienda y le dio un cordial
saludo a ella.
Alexandra: buenas noches
vecina!
Mónica: buenas noches!
Alexandra: como le fue en el
trabajo?
Mónica: bastante productivo
Alexandra: el mío no fue tan
bueno porque aun debo esperar a ver los resultados
Mónica: dígame que se le
ofrece
Alexandra: venía a recoger a
Alex
Mónica: pase a la casa para
hablarle
Entraron las dos madres a la
casa para informarle a Alejandro, ellos se encontraban entretenidos jugando
videojuegos y ni cuenta se dieron de su interrupción. Se veían tan lindos los
dos niños divirtiéndose, Alexandra llamo a su hijo para llevarlo consigo y
despedirse de su amigo Eduardo por un gran momento.
Alexandra: hijo despídete de
tu amigo tenemos que regresar
Alex: no puedo quedarme más
tiempo
Alexandra: date prisa no
tienes hambre
Alex: no mami comí mucha
pizza con palomitas
Alexandra: aun así mañana tenemos
un compromiso
Alex: está bien mami tu
ganas
Ambos chicos se abrazaron
como si fuera la última vez, posteriormente se marchó con su madre agradeciendo
su hospitalidad y atención prestada durante su estancia. Alejandro si bien ceno
con Alexandra solo comió lo mínimo, David se les unió para hacerles compañía en
la mesa y compartir una velada de las pocas. Mónica se limitó a comer solo unas
porciones de pizza, no quería cocinar porque se tardaría mucho en prepararlos o
pedir nuevamente comida rápida aun restaurant en la ciudad. Eduardo se durmió temprano
con una sonrisa grande, solo se puso la pillama de cars y lavo bien los dientes
para prevenir futuras caries.
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