Adrián Montoya Herrera un chico de 15 años de edad, su
descripción física; alto, moreno, cabello castaño, ojos marrones, complexión
normal y una mirada misteriosa. Siempre solía estar rodeado de buenos amigos quienes
lo estimaban, no solo por su seguridad consigo mismo y su compromiso con los
compañeros. Era un chico bastante carismático con todas las personas que lo
rodeaban, sus padres se sentían orgullosos de él y los vecinos les hacían
comentarios positivos. Que buen muchacho educaron! Cuál es su secreto? Muchas
felicidades por su hijo! Comentarios así solían decírselos muy seguido para
animarlos con su labor de padres.
Ellos vivían en un fraccionamiento a las afueras de la
ciudad con familias de clase media, entre ellos se encontraban abogados,
doctores, maestros, vendedores, administradores e ingenieros. La infancia de
adrián siempre estuvo llena de buenos momentos pues disfrutaba con sus amigos,
vecinos de su zona con gustos similares y actividades en común. Cerca de allí
tenían un parque con juegos para niños como resbaladillas, sube y baja,
columpios, barras colgantes y varios comercios cercanos para comprar dulces. Comenzaba
un nuevo año de estudios con sus compañeros, un viaje a la playa le pareció un premio
justo por su mérito y el momento perfecto para celebrar su cumpleaños.
Su destino se encontraba a 2 horas de distancia, si
querían aprovechar su fin de semana al máximo y disfrutar de las diferentes
actividades al aire libre. La familia es estuvo preparando durante la semana,
Adrián se despidió de sus amigos con la promesa de contarles todo y traerles un
recuerdo de su aventura en el mar. El viernes a las 6:00 am se levantaron
temprano, Cristina la madre despertó primero para revisar lo detalles y
asegurarse de llevar las cosas necesarias de su viaje.
Cristina: buenos días hijo! Ya es hora de levantarse
Adrián: buenos días mama! Solo dame 5 minutos más para
dormir
Cristina: por eso te dije que te acostaras temprano ayer
Adrián: pero es que mama te estaba buenísima la película
Cristina: ahora levántate o te dejare en la casa solo
Adrián: en un momento más me bañare para arreglarme
Mientras se levantaba recordó la noche con su madre cada
rato presionándolo a dormirse, hijo duérmete mañana no vas a querer levantarte
y nosotros no podemos retrasarnos porque tenemos reservaciones. Llegar tarde
solo pondría en peligro nuestros planes, imagínate cuantas personas conocerás
de la playa y la diversión que tendrás con la arena. Es que no entiendes madre
no puedo perderme la oportunidad de verla, mis amigos fueron los primeros en
verla y yo no tuve la ocasión de asistir con ellos. Aunque valió mucho la pena
haberla visto estando en casa, ahora sufriría las consecuencias en carne propia
y debió admitir que ella tenía la razón desde el principio.
Tomo la ropa de su closet preparada previamente con
anticipación, corrió en dirección hacia el baño para ducharse y se arregló lo
más pronto posible. En el comedor sus padres estaban tranquilamente
desayunando, ellos lo invitaron a hacerle compañía y preguntarle si tenía su
equipaje preparado.
Padre: buenos días hijo! Ya tienes listo todo para el
viaje
Adrián: buenos días papa!
Madre: si olvidas algo no regresaremos por nada
Padre: debes subir la maleta con las demás
Adrián: solo termino de comer
Madre: date prisa partiremos a las 9:30 am
Adrián: algo temprano para el viaje
Madre: te equivocas con ello si queremos llegar a tiempo
por el tráfico
Después de terminar su rico desayuno para recargar
energías, recogió sus trastes para colocarlos con los sucios y regreso por su
maleta lista. La abrió verificando sus pertenencias dentro de ella, tenía
varias mudas de ropa, sus trajes de baño, varios boxers, algunas camisas
ligeras y un bolsa con productos de cuidado personal. Subió su equipaje junto
en el auto con el de sus padres, ellos solo checaban la seguridad de la casa
por su ausencia y pronto se le unieron para comenzar su travesía. Salieron del
fraccionamiento en su coche con muchas ideas en mente, se colocó sus audífonos
en los oídos y encendió el reproductor de música.
Tenía un gran repertorio de canciones para escuchar de
Enrique Iglesias, One Direction, Linkin Park, Sonus, Layl, Reik, Rio Roma, Taylor
Swift, Pablo Alboran y Il Volo. Sus padres conversaban de los servicios que
ofrecía el hotel, aunque tenían algunas diferencias de planes y trataba de
llegar a un acuerdo mutuo que beneficiaria ambas partes.
Madre: quiero salir a la playa antes de la tarde
Padre: me gustaría visitar los negocios locales
Madre: dejémoslo para mañana temprano
Padre: mira el clima está un poco soleado
Madre: yo quiero jugar un rato en el agua
Padre: si le preguntabas a nuestro hijo primero
Madre: con una condición no le digas las opciones
Padre: entonces tienes un trato
Adrián estaba tan aburrido del viaje que se había quedado
dormido, sus audífonos seguían reproduciendo la canción de por amarte de
Enrique Iglesias y debían esperar hasta llegar a su destino. Llegaron con
escasos minutos de ventaja al hotel, entraron a la recepción todos juntos y
tuvieron que despertar a su hijo para unírseles. Bajaron su equipaje del auto
para estacionarlo cerca del hotel, le pusieron la alarma para evitar una
sorpresa y empezar sus bien merecidas vacaciones.
Madre: buenas tardes señorita!
Señorita: buenas tardes!
Madre: venimos por las reservaciones
Señorita: a nombre de quién están?
Padre: Alberto Montoya
Señorita: déjeme revisar en la computadora para checar
sus habitaciones
Se dispuso a introducir la información requerida por el
programa, se inició el reconocimiento de los datos y arrojo el número de los
cuartos. Hizo una doble reservación para ellos, dos habitaciones separadas en
hotel y están estaban separadas por un pasillo. Les dio las llaves de sus
recamaras para entrar, dieron las gracias por la información recibida y
procedieron a marcharse para instalarse.
Señorita: sus cuartos están en el 3 piso 53 y 54
Padre: nos puede indicar dónde está el ascensor
Señorita: solo tienen que seguir derecho hasta la
siguiente puerta
Padre: muchas gracias por su ayuda
Señorita: si tienen alguna duda sobre los servicios del
hotel les dio estos folletos con algunas de las atracciones del hotel
Madre: es muy amable con nosotros
Señorita: enserio si les ofrece algo con gusto pregunten
Se retiraron hacia sus cuartos en el hotel por el
ascenso, toda la familia junta camino dejando sus maletas en la recepción y
dispusieron a empezar a disfrutar de sus vacaciones en la playa. Mariana la
madre de Adrián se dispuso a poner en acción su acuerdo, le pregunto a su hijo
sobre que deseaba hacer primero y cambiarse sus atuendos por unos más
apropiados.
Mariana: dónde quieres ir primero hijo?
Adrián: me encantaría pasear en la playa
Mariana: lo escuchaste Alberto
Alberto: está bien vamos para allá
Adrián: me encantaría nadar un poco en el mar
Alberto: entonces deberías llevar tu traje de baño
Adrián: eso estaba pensando lo llevare debajo de mi ropa
Alberto: entonces dense prisa en 15 minutos nos vamos
Poco tiempo después aparecieron los botones con el
equipaje, tocaron a la puerta para entregar las maletas y Alberto les dio las
gracias con una propina por sus servicios. Adrián se empezó a quitar todo la
ropa dejando su cuerpo adolescente desnudo, su silueta se marcaba por la luz
solar de la ventana y mostrando sus músculos en formación. Abrió la maleta
buscando entre su ropa el traje de baño, saco un bóxer ajustado para ponerse
debajo de su short y se lo puso acomodando su pene semierecto del lado
izquierdo. Tomo una playera sin mangas verde, un poco de protector solar para
protegerse de los rayos solares y unas sandalias en los pies para andar.
Además se colocó su cadena de plata en el cuello, esta
contenía dos fotos en miniatura de sus padres y su posesión más preciada en la
vida. Salió al pasillo para tocar la puerta de la habitación de sus padres,
ellos estaban listos con sus ropas ligeras y solo tomaron su dinero por si
veían algo bueno. Toda la familia se fue hasta la playa pasando por la alberca
del hotel, las tiendas de recuerdos, una sala de juegos y los baños del hotel.
El calor había aumentado de fuerza con paso de las horas, apenas pusieron los
pies en la arena sintieron el calor y aspiraron la suave brisa del mar. Varias
palmeras en la orilla de la playa con cocos, algunos vendedores de helados en
carritos y raspados de varios sabores.
Además puestos de comida a base mariscos y pescados por
ejemplo brochetas de calamar con pulpo, camarones empanizados, arroz a la
jardinera y bebidas alcohólicas bien frías. Dijeron rentar una mesa con una
carpa para descansar un poco, Adrián tenía muchas ganas de nadar en el agua y
les pidió permiso a sus padres para hacerlo.
Adrián: mama, papa me dejan ir a nadar un rato
Mariana: solo no te alejes mucho de la orilla
Adrián: te prometo que no hare por favor
Alberto: no quiero tener que ir por ti
Adrián: volveré en una hora
Alberto: no rompas tu promesa
Adrián: gracias no lo hare
Se fue corriendo a toda velocidad en la arena descalzo, el
lugar estaba bastante concurrido por los habitantes de la zona y los turistas
de las ciudades vecinas. Familias completas con niños pequeños jugando a hacer
castillos, otros nadando cerca de sus padres en el agua y varios volando
cometas en el aire. Chavas de 20 años en bikinis entallados, jugando volibol en
canchas improvisadas y chicos con cuerpos esculpidos en bóxer marcando sus
paquetes. El agua mojando cada uno de sus músculos, haciendo ver cada parte de
su anatomía y deleitarse con semejantes bellezas su vista. Uno hombre de unos
45 años se percató de su mirada, se acercó hacia el para saludarlo con un
apretón de manos e iniciar una conversación.
Hombre: no has cambiado en nada desde la última vez que
te vi
Adrián: disculpe lo conozco
Hombre: posiblemente lo hayas olvidado
Adrián: me temo que me está confundiendo
Hombre: déjame presentarme
Adrián: está bien quién es usted?
Hombre: mi nombre es Ángel Rodríguez Prado y tú debes ser
Adrián
Adrián: como lo adivinaste?
Hombre: tú me lo dijiste pero he dicho demasiado
Adrián: no tengo la menor idea
Hombre: yo soy tu amigo no debes temer de mi
Adrián: es demasiado mayor para serlo
Hombre: no te esfuerces lo recordaras a su debido tiempo
Adrián: si me disculpas me retiro mis padres me esperan
Hombre: descuida nos veremos en otro momento antes de
irte mira este collar
Adrián: no me es familiar siento adiós
Se alejó cuidadosamente del agua totalmente confundido,
ese hombre mayor resulto saber más de lo que dijo y haciendo memoria en sus
recuerdos no logro hallarlo. El miedo se empezó apoderar de su corazón, las
dudas se hacían presentes en su mente nublando su juicio y posiblemente se
había ganado un enemigo. Aunque su rostro denotaba mucha experiencia adquirida,
tal vez confiarse demasiado de él sería un error y lo mejor sería mantenerlo a
raya por ahora. Alberto se sorprendió de verlo regresar tan pronto, tenía un
acuerdo pero imaginaba será como todas las veces anteriores y excederá el
tiempo prometido como siempre lo hace.
Alberto: porque volviste antes hijo
Adrián: me dio hambre
Alberto: seguro que no te paso algo
Adrián: no como crees papa el agua esta deliciosa
Mariana: es cierto paso mucho tiempo desde el desayuno
Alberto: yo creí que era el único
Adrián: pues no lo eres
Alberto: consigamos algo de comida cerca de aquí
Mariana: así evitamos dejar tan lindo paisaje
Alberto: uno de nosotros deberá ir por ella
Mariana: yo no quiero ir mi vida vez tu solo
Alberto: si la próxima vas tu
Se fue en dirección de los negocios cercanos de comida,
parecía irónico varios restaurantes tan cerca uno de otro y Alberto vio uno de
nombre “La Choza Náutica”. Decía ofrecer platillos de primera a un precio
accesible garantizando la satisfacción total del cliente, llamo mucho su
atención con sus promesas y decidió echarle un vistazo al establecimiento. Apenas
puso un pie dentro del local aromas ricas inundaron su olfato, algunos se le
hicieron conocidos de su infancia y removieron recuerdos cuando solía vivir con
sus padres. Él también trabajaba mucho para darles lo mejor, ahora estaba
repitiendo la historia con su propia familia y quizá debería cambiar algunas
cosas de su vida.
El lugar tenía decoraciones con conchitas de mar,
estrellas marinas, corales, un acuario con peces de colores, el techo cubierto de
hojas de palmeras, los lados del restaurante descubiertos y varias mesas
distribuidas estratégicamente. Tres pantallas planas en las esquinas de lugar,
manteles sencillos, servilleteros hechos de madera, las mesas de metal con
cristal y una ligera brisa. Se dijo así mismo debo darme prisa con la comida,
seguramente mariana tendrá mucha hambre y solo estoy admirando los detalles de
este establecimiento. Camino hasta la caja para hablar con el chico tras el
mostrador, lo saludo amablemente pidiendo el menú y se dispuso a elegir los
platillos.
Chico: buenas tardes!
Alberto: buenas tardes!
Chico: que se le ofrece?
Alberto: me puede dar el menú del restaurante
Chico: si gusta se puede sentar en una mesa enseguida lo
atendemos
Alberto: preferiría comida para llevar
Chico: está bien tome asiento
Alberto: eso hare muchas gracias
Solo camino unos pasos hacia delante para estar cómodo,
mientras decidía entre gran variedad de platillos con pescados y mariscos,
además de bebidas alcohólicas preparadas a base de frutas. Había sopas con
crema mezcladas con hierbas aromáticas, combinaciones de diferentes pescados,
algunos a la plancha, horneados, marinados, capeados o empanizados, ensaladas
frías con mariscos o caldos calientes con verduras. Langosta preparada con
mantequilla, arroz, cebolla, ajo o guarniciones de papa, también se podían
sustituir por sopas frescas con harina y huevo. Después de tanto revisar el
menú término eligiendo los cinco platillos que más llamaron su atención, selecciono
al azar algo refrescante para beber e hizo una señal para pedir sus alimentos.
Alberto: mesero estoy listo para ordenar
Chico: cuales son los nombres de sus elecciones
Alberto: quiero unos camarones empanizados con salsa mil
islas y aderezos variados, ensalada de atún con mayonesa, ceviche de mariscos,
arroz a la tumbada, filetes de tiburón, mejillones a la marinera y 3 cocteles
sin alcohol. Si no fuera mucha molestia me pondría todo para llevar, espero no
se tarde mucho porque mi familia me está esperando y debo regresar con ellos
tan rápido como sea posible.
Chico: volveré en máximo 20 minutos
Alberto: está bien aquí estaré
Chico: póngase cómodo mientras si gusta el bar esta de
lado
Alberto: tomare un par de bebidas
Mariana se quedó en la playa con Adrián disfrutando del
ambiente, la suave brisa del mar soplando un ligero aire frio y el contraste
con los rayos del quemando su piel. Un vendedor de recuerdos venia en si
dirección con un carrito lleno, se acercó a ellos para ofrecerles sus productos
y gran variedad de pequeños detallitos. Les había hecho la promesa a sus amigos
de llevarles un regalo, traía llaveros de caracoles, joyeros decorados
piedritas conchitas, collares, pulseras, prendedores y playeras. Revisando
todas las cosas cuidadosamente eligió algunas pulseras, tres bolígrafos con
polvo de coral, dos portarretratos y un collar que vio antes con Ángel.
Vendedor: mire traigo muchas bonitas cosas
Adrián: no son caras
Vendedor: le hare una oferta si compra varias cosas
Adrián: me parece bien porque me llevare todo lo que
pueda
Mariana: solo no exageres no quiero terminar cargando
Adrián: prometo no comprar demasiado
Mariana: eso que elegiste está bien pero no más recuerdos
Adrián: solo estos
Su madre uso sus técnicas de convencimiento para
conseguir un descuento, contaba con mucha experiencia si deseaba algo nadie se
lo quitaría y el vendedor no quiso dejar escapar la oportunidad de una venta.
Algunas personas que pasaban les llamo la atención sus productos, solo que
pocos se animaron a hacerle el gasto con ellos y finalmente se tuvo que retirar
del lugar para dejarlos solos. Alberto se encontraba saliendo del restaurante
“La Choza Náutica”, traía cargando varias bolsas en ambas manos haciendo
malabares y tratando de no tirar nada de los alimentos. Adrián no dejaba de ver
fijamente el collar pensando en Ángel, un sujeto misterioso con un pasado
desconocido y muchas preguntas para resolver con su ayuda.
Cuando llego a la mesa donde se encontraba su familia
sentada, Mariana corrió hacia el para ayudarlo con las cosas y preguntarle la
razón de su demora con la comida. Todos juntos se dispusieron a disfrutar de
una rica comida marina, Alberto les relato donde comprar los platillos y dado
lo delicioso que estaba con la mezcla perfecta entre sabor y especias. Mariana
le encantaron los camarones uno tras otro desaparecían entre sus dedos, Adrián
se apartó con el ceviche de camarón y varios mariscos. Tomaba una galleta
salada para usarla como cuchara, los cocteles de frutas con una mezcla de jugos
naturales y hielos bien fríos pero hubieran preferido un leve toque de
alcohol.
Aunque les faltaba un postre para terminar su comida,
otro vendedor hizo su aparición esta vez vendía porciones de piza, fruta picada
con chile en polvo, volovanes de pollo, raspados y helados. Alberto sacando un
billete de su bolsa les propuso comprarles una chuchería, ellos no dejaron
pasar la oportunidad de probar algo típico de la zona y la maravillosa vista
ante no se comparaba con nada. Posteriormente de relajaron en sus sillas en
completo silencio, hicieron un rato para pasear en 2 horas por la playa juntos y
tal vez conseguir un recuerdo para ellos. Excepto su hijo no terminarían
cargando muchas cosas por su culpa, continuaron esperando la hora acordada y
tomados de las manos se fueron caminando antes del atardecer.
Pocos turistas continuaban viendo tan maravilloso
espectáculo, nadie se preocupaba de moverse tan rápido y cada minuto parecía
transcurrir como reloj de arena. Algunos restaurantes encendían antorchas en
las entradas, las luces del alumbrado público cerca de la playa y el ambiente
de diversión se tornaba misterioso, mágico, etc. En uno de los restaurantes se
encontraba Ángel cenando con un chico, Adrián le pareció algo raro pues le
pareció que estaba solo y ahora estaba compartiendo la comida con quien fácilmente
podría ser su hijo. Solo se acumulaban más preguntas en su cabeza, apenas era
su primer día de estancia lejos de la ciudad y su aventura en la playa ocultaba
más información que lo cambiaria todo.
La vida está llena de experiencias impactantes para
hacernos madurar, varias de ellas no cambian mucho no solo nuestras actitudes,
formas de ver la vida, emociones, sentimientos y ponen a prueba nuestra fuerza
de voluntad para seguir adelante. Alberto tenia los días contados a partir de
este momento con su familia, mientras que Adrián tendría un viaje que lo
ayudaría a descubrirse y sorprenderse de cuantas cosas nos pueden pasar en
nuestra existencia sobre este planeta. Después de terminar su paseo familiar se
regresaron al hotel, subieron por el ascensor hasta sus habitaciones y se
dispusieron a descansar de un largo día de diversión.
Ángel quien se percató de la presencia en el restaurante,
pensaba si tan solo supieras todo lo que hicimos juntos y volverte a ver me
recordó viejos sentimientos hacia tu persona. Sabes desde tu partida mi sentido
del tiempo se distorsiono mucho, conocí a una maravillosa mujer para amar con
todo mi corazón y he pasado los últimos tratando de encontrarte. Mi bella
esposa con la cual viví 3 décadas de felicidad murió, una horrible enfermedad
me la arrebato de las manos y tuve que hacerme cargo de nuestro hijo. Aun no es
el momento de contarte las cosas como son, tú debes unir las piezas del
rompecabezas y yo hare el papel del espectador solo viéndote trabajar en ello.