En el capítulo anterior:
Mark se había dado cuenta de la enemistad entre Eduardo y
Alejandro, durante su llegada al campamento los había estado observado de
cerca. Así descubrió la indiferente actitud que mantenían ellos, aunque Jesús
su nuevo amigo de la escuela asistió. Ambos chicos buscaban la forma de pasar
tiempo los dos juntos, este era un niño muy divertido siempre haciendo reír con
sus chistes. Su guía los hizo enfrentarse para confrontar sus diferencias e
incluso les dio una plática sobre la amistad y su importancia en la vida.
Mark llamo a los niños en privado para hablar como
mediador quiso llegar a un acuerdo común, primero hablo solamente con Eduardo y
trato de indagar toda la información posible. Le contesto todas las preguntas para
satisfacer su curiosidad, este atentamente escuchaba las respuestas y trato de
entender la razón de su enojo hacia él. Posteriormente hablo con Alejandro conservando
la esperanza de conocer más del asunto, aunque lo que dijo no sirvió de nada y
termino confundido.
Lo mejor sería dejarlos resolver sus problemas por cuenta
propia, ya que forzarlos no ayuda para nada y traía más complicaciones entre
ellos. Después de hablar con los chicos, viendo que no había resultado como lo
imagino. Se reunieron con los demás niños que estaban paseando en los caballos
de la hacienda en equipos y cuando llegaron nadie les dijo nada. Por la tarde
regresaron al rio para pescar porque algunos tenían ganas de probar suerte,
otros prefirieron nadar otra vez en el agua y los restantes su recostaron a las
orillas en el pasto.
El soleado clima del lugar no tenía comparación al de la
ciudad, sumado a las corrientes de aire fresco del norte y el canto de las aves
originarias. Durante su regreso al campamento ocurrió una pelea en la que
estuvieron involucrados Jesús, Alejandro, Eduardo y Mauricio un chico de
tercero. Cuando Alejandro regresaba se emocionó tanto que decidió correr junto
con Jesús pero accidentalmente resbalo y cayó sobre Mauricio. Este se enojó
mucho con él por ello se levantó e intento darle un golpe, si bien el primero
logro esquivarlo con ayuda de Jesús.
Sin embargo no fue el único golpe porque no desistió para
seguir intentando, Eduardo que vio la pelea fue a tratar de ayudar a Alejandro.
Su pelea no pasa desapercibida por la maestra, quien con otros maestros fue a
separarlos y disperso los alumnos a su alrededor. Les pidió una explicación
sobre lo que estaba pasando, Mauricio hizo parecer culpable a Alejandro y conto
su historia a conveniencia. Sin embargo Alex escucho las mentiras de Mauricio
no quiso quedarse cruzado de brazos, interrumpió a la profesora y desmintió las
cosas que había dicho.
Ellos se ganaron un castigo por una semana a partir del
día lunes, ninguno estuvo de acuerdo y prefirieron callar por miedo a
empeorarlo. En la noche pudieron repetir otra sesión de historias de terror con
su guía favorito, Eduardo aprovecho el tiempo para alejarse y procesar lo
sucedido durante la tarde. Alejandro se confundió por completo porque si antes
creía que tenía posibilidades, ahora estaba completamente seguro. Ambos niños
regresaron más tarde a su tienda de campaña, se acostaron y durmieron en su
bolsa de dormir.
La mañana siguiente los alumnos retornaron a la ciudad,
recogieron sus pertenencias del campamento y abordaron el autobús de vuelta a
casa. Antes Alejandro le dio las gracias a Eduardo quien no lo tomo muy bien,
negaba haberlo ayudado y no quiso entablar una conversación seria. Camino para
alejarse de él, logrando evitar una conversación sentimental y aceptar las
gracias por una buena acción. En la ciudad Alexandra esperaba impacientemente a
su hijo pues nunca se había separado por tanto tiempo de él, aunque su padre
falto por trabajo.
Alexandra intento alegrarlo con un helado de su sabor
favorito, así lo hizo olvidar su tristeza y ganar un poco más de tiempo.
También aprovecharon para comer un rico almuerzo y compartieron un agradable
momento madre e hijo. Llegaron algo tarde a su hogar pero su esposo demoro más
tiempo en llegar, Alejandro cayo rendido de cansancio en la cama.
Lunes por la mañana es el comienzo de una nueva semana,
Eduardo se levantó de la cama con mal humor y hoy iniciaba su castigo con
Alejandro.
Tres personas compartiendo el mismo salón durante 3 horas diarias no
sería fácil de tolerar, ninguno de sus padres sabía por el momento del problema
y debía permanecer en secreto. Alejandro estaba feliz por compartir un tiempo
con él, si bien las circunstancias no eran las apropiadas contaba con Jesús su
inseparable amigo de confianza. Se levantó temprano poco antes de su mama,
corrió hacia la habitación de sus padres y empezó a mover a su mama para
despertarla.
Alexandra: buenos hijo! Te levantaste muy temprano hoy
Alendro: buenos días mama! Despiértate pronto que tengo
que ir a la escuela
Alexandra: puedo preguntar cuál es la prisa?
Alejandro: solo no quiero faltar a clases
Alexandra: no me Alex tu estas raro desde el campamento
Alejandro: estoy emocionado por estar con mi amigo Jesús
Alexandra: para mi es algo más soy tu madre por eso no me
engañas, solo no olvides que te escuchare cuando lo necesites.
Alejandro: mami linda te quiero mucho
Alexandra: ahora ve a bañarte mientras me cambio para
preparar tu desayuno
Alejandro: está bien mama
Alexandra: tu uniforme nuevo está en el closet listo
Alejandro: que emoción mama muchas gracias por estar
siempre pendiente de mi
Alexandra: Alex eres un chico muy bueno pero hablamos más
tarde, el tiempo corre date prisa para alistarte
Alejandro salió volado de la habitación como si fuera un
coche de carreras, abrió el closet y tomo su uniforme de la escuela, luego
entro en el baño y se quitó la pijama. Giro las llaves de la regadera para
dejar caer el agua sobre su cuerpo, se enjabono el cabello con champo olor
frutal, después tomo un jabón para el resto de su cuerpo y pensaba en la
oportunidad que tenía con Eduardo. Su mama se fue a la cocina rápido, se puso a
preparar un rico desayuno con huevo, jugo de naranja, café, tocino, puré de
papas y crepas con fresas.
Después de hacer la comida se fue a llamar a Alejandro,
quien estaba terminando de vestirse y toco la puerta de su recamara. Alex tu
desayuno se enfría date prisa en cambiarte le dijo su madre.
Alejandro: ahora voy mama ya estoy listo, como me veo?
Alexandra: realmente guapo hijo
Alejandro: lo dices solo porque eres mi mami linda
Alexandra: te digo la verdad hijo
Madre e hijo se fueron juntos a la cocina para disfrutar
de una rica comida, conversaron y rieron sobre algunas anécdotas de su
infancia. Alexandra recordó varios momentos de niña con sus padres, un día en
particular con su papa. Este ocurrió en navidad a la edad de 7 años, ella había
pedido una muñeca edición especial de colección. Sin embargo ese año no tenían
mucho dinero porque su trabajo iba mal, su madre estaba enferma de cáncer
inicial y las cosas no marchaban como quería.
Él se esforzaba por hacer ambos papeles para apoyarla,
trabajaba, asistía a sus reuniones y nunca no se quejaba por nada, siempre
tratando de darle una vida mejor. Aunque hizo todo lo posible para conseguirla
de último momento en las tiendas departamentales de la ciudad, el resultado no
fue el esperado. Ella tuvo una decepción mayor cuando abrió su regalo y
descubrió que no era la misma, lloro, suplico, rogo y más pero no logro
tenerla.
Se enojó mucho con su padre porque no pudo encontrarla,
le dijo cosas horribles
lastimando sus sentimientos y su trato cambio con él.
Días más tarde se arrepintió de lo dicho pese a pedirle perdón, su lazo se
había roto con él y años después falleció de un infarto masivo, causado por el
estrés constante que estaba sometido. Cuando nació su primer hijo se prometió
que haría lo necesario para no cometer los mismos errores, su prioridad seria
su familia y su esposo.
Alexandra: Alex te quiero mucho
Alejandro: mami linda te quiero pero porque estas triste
Alexandra: solo recordaba mi infancia con tu abuelo
Alejandro: no hablas seguido de el
Alexandra: dedicaba gran parte de su tiempo trabajando
Alejandro: no llores mami siempre estaré contigo
Terminaron de recargar sus energías para un día largo en
la oficina, este día trataría de conseguir la cita en el juzgado para su
clienta y reunir el resto de las evidencias del caso. Alejandro tomo sus cosas
de la escuela para subir a la camioneta con su madre, Eduardo estaba a punto de
irse con Mónica y esta saludo amablemente a su vecino.
Mónica: buenos días Alexandra! Como está tu familia?
Alexandra: buenos días Mónica! Todo marcha bastante bien
por cierto, como le fue a tu hijo en el campamento?
Mónica: no me ha dicho mucho sobre su estancia allí
Alexandra: Alex esta igual de misterioso desde su regreso
pero seguro te lo dirá a su tiempo, ahora se nos hace tarde a la escuela.
Mónica: vámonos rápido
Todos se marcharon hacia la primaria con emociones
encontradas sobre su primer día de la semana, llegaron a su destino con unos
escasos minutos de ventaja. La maestra los estaba esperando en la entrada,
amablemente saludo a sus madres con los buenos días y sus alumnos. Los chicos
se asustaron un poco al respecto por temor a ser delatados, claro que ella solo
se limitó a darles la bienvenida y posteriormente se retiró a su salón de
clases. En cuantos a los niños se despidieron de sus madres, entraron a la escuela
y Jesús quien apenas estaba llegando se acercó a Alejandro.
Eduardo no pudo evitar voltear hacia atrás para verlos,
su cara expresaba envidia y confusión pareciera tener una pelea interna. Sus
sentimientos se estaban mezclando, sería difícil enfrentarlos sin perder la
cabeza en el intento y debía controlarse durante su tiempo a solas. Continuaron
hasta su aula para tomar sus clases, la directora de la primaria apareció y les
recordó su castigo, lo único que les faltaba como si no fuera bastante estar en
detención, tenían que echárselos en cara a primera hora de la mañana y
terminado su trabajo se retiró por un asunto de la dirección académica.
Directora: buenos días niños! Como están después de un
fin semana de diversión?
Niños: no podemos regresarnos más tiempo
Directora: tal vez hagamos otra visita pero deben
comportarse mejor esta vez
Niños: eso no es justo para nosotros
Directora: no digo que todos lo hicieron me refiero a la
pelea protagonizada por algunos chicos de este grupo, su castigo comienza hoy.
Nos vemos a las 11:00 am en el salón de detención, si no quieren empeorarlo aún
más. No diré los nombres de los alumnos porque ustedes saben perfectamente
quienes son.
Maestra: niños ya escucharon la indicación
Directora: es todo por el momento me retiro
Maestra: está bien maestra que tenga un buen día
Directora: igualmente profesora nos vemos más tarde
Los chicos empezaron sus actividades del día para
adelantar lo más posible, la maestra solo les dio las indicaciones y los
supervisaba de vez en cuando para asegurarse de que las hicieran correctamente.
Ella se paseaba continuamente entre los alumnos, hasta el momento avanzaban sin
problema alguno y las manecillas del reloj giraban a cada segundo. Español,
matemáticas e historia clases que les faltaban antes del receso, Mauricio en
otra parte de la escuela tomaba su clase de química.
Pensando en la oportunidad de tener cerca a Alejandro
para hacerle pagar la vergüenza que paso, tengo una semana contigo y solo debo
mantener las apariencias. Cuando sonaron el timbre del receso todos los alumnos
de la escuela, salieron a tomar su merecido descanso y algunos a distraerse con
un partido de futbol en el patio. Jesús corrió por el patio en busca de Alex,
quien apenas se encontraba saliendo de su salón y le dijo sobre su visita de la
directora.
Jesús: hola!
Alejandro: hola!
Jesús: como van las clases?
Alejandro: un poco aburridas por el momento
Jesús: imagino que la directora los visito
Alejandro: como lo adivinaste?
Jesús: también lo hizo conmigo
Alejandro: será una larga semana
Jesús: ni que lo digas no quiero ni pensarlo
Alejandro: mientras más rápido salgamos de este problema
mejor
Jesús: si porque mis papas siguen sin saberlo
Alejandro: yo prefiero no decirles sobre todo después de
la mudanza
Jesús: solo le conté a mi hermano
Comieron, conversaron y rieron con dos buenos amigos sin
preocupación alguna, Alejandro le propuso a Jesús si quería ir a su casa a
jugar. Seguro su mama no se opondría porque le gustaba ver a su hijo con amigos
y alegre, además estar en compañía de alguien le aumentaría su autoestima. Le
prometió que les preguntaría a sus padres con la esperanza de poder ir, sería
una pijamada con películas, malvaviscos, chocolates e historias. Anteriormente
solía tener una cada semana en la ciudad donde vivía, sus amigos no eran muchos
pero si los suficientes y convivían todos los días seguido.
Llegar a una escuela nueva siempre suele ser difícil si
no conoces a nadie, el chico nuevo tiende a ser motivo de burlas de sus propios
compañeros. Pocos tienen la ventaja de conocer chicos sinceros con ganas de
hacer amigos de verdad, alguien que sin conocerte te cuenta todo de él y te
apoya como si fuera tu familia. Jesús había llevado 2 sándwiches, un jugo de
mango de caja, una manzana y una mantecada, Alejandro llevo tostadas de atún
con queso, agua de frutas y 2 bananas. La hora de presentarse para su castigo
llego, fueron por sus cosas y caminaron por el pasillo hasta el aula de
detención.
Allí los estaba esperando la directora y Mauricio que se
había adelantado, lo vieron tratando de estar relajados pero faltaba uno.
Eduardo al parecer se le había hecho tarde desayunando con sus amigos, bien
chicos antes de empezar esperaremos unos minutos a que llegue su compañero. 10
minutos más tarde apareció agitado en la puerta, toco para pedir permiso de
pasar al aula y la directora le llamo la atención.
Eduardo: directora puedo pasar, disculpe se me hizo tarde
Directora: puede pasar pero es la última vez
Eduardo: gracias no se repetirá más
Directora: mi nombre es Karla Velázquez Fernández y soy
la directora de esta primaria, les digo que no seguiré tolerando más peleas sin
sentido. No quiero saber quién la empezó, desde un principio porque esta es una
escuela con valores y las faltas de respeto de cualquier tipo están
estrictamente prohíbas, serán sancionadas o incluso pueden llegar a ser
expulsados.
Mauricio: cuantas horas debemos estar aquí?
Directora: tres horas diarias por tratarse de la primera
vez pero la siguiente vez serán suspendidos
Mauricio: no es justo yo no hice nada
Directora: ah no le gusta y si le aumento dos horas mas
Mauricio: no puede hacerme esto
Directora: mientras estudie en esta escuela respetara la
reglas, debería de poner el ejemplo por ser mayor y mejor quédese callado o lo
lamentara se lo aseguro.
Jesús: usted nos está vigilando o será un maestro?
Directora: esta vez estaré yo personalmente
Jesús: tenemos que hacer algo?
Directora: no quiero escuchar ningún ruido, nada de
juegos, dibujos, salidas al baño frecuentes y chistes.
Jesús solo pensaba en lo divertido de su primera salida
con un amigo, aunque no sabía cómo planteárselo a su madre y esta pudiera
aceptar su petición. Tal vez su hermano lo apoyaría por librarse una noche sin
su compañía, era capaz de hacer lo que sea por ello. Su nombre era Hugo un
chico alto, guapo, ojos verdes, cabello semi castaño, pestañas largas, cuerpo
de adolescente y gusto por los deportes. Practicaba futbol desde pequeño con
algunos de los vecinos, la parte baja de su cuerpo se había estado
fortaleciendo gracias a ello y no pasaba desapercibido por sus compañeras.
Sacaba buenas notas en la escuela, asistía a fiestas
ocasionalmente como premio de su buen desempeño académico y contaba con toda la
confianza. Alegre de carácter, simpático y responsable, aunque tenía sus
momentos de desesperación cuando no podía con la presión. El tiempo pasaba
lentamente durante su estancia en la escuela, Alejandro pensaba en hacer otro
intento para aclarar sus dudas sobre Eduardo, quien no veía la hora de salir de
ahí y llegar a su casa para jugar videojuegos. Paciencia no te desesperes
pronto saldrás de aquí la tarde aún es joven, su castigo termino después de 3
largas horas y momentos de aburrimiento total.
La directora les dio las indicaciones para el día
siguiente de su castigo, ellos posteriormente se salieron del salón y sus
madres lo esperaban en la entrada de la escuela.
Directora: buenos chicos hasta su castigo por hoy
Eduardo: nos podemos ir
Directora: mañana nos vemos otra vez misma hora
Jesús: que tenga una buena tarde
Directora: igualmente niños
Aunque salieron juntos no se dirigieron la palabra,
Eduardo paso de largo como si no hubiera visto a Alejandro, quien solo lo vio
marcharse con su madre. Alexandra había estado ocupada toda la mañana en los
juzgados, tratando de reservar una cita para su clienta y dada su insistencia
logro conseguir. Solo faltaba una cita faltante para el día viernes a las 2:00
pm o sea que no podría recoger a su hijo, debería pedir un favor a su vecina. Subieron
a su vehículo los dos juntos, le pregunto sobre que vio en clases y este le
hablo de gramática, ciencias e historia.
Durante el camino a casa aprovecho para hablar con
Mónica, algo riesgoso tomando en cuenta que distraerse pudo causarle un
accidente. Sabiendo eso prefirió usar el manos libres del celular, claro que
sigue habiendo cierto porcentaje negativo y Alejandro se limitó a pensar veía
por la ventana los edificios. Una ciudad como pocas el mar a un par de horas,
gente sencilla, negocios de todo tipo, buena comida, clima agradable, historia
y cultura todo en un lugar.
Ella acepto la petición como un favor personal que
después vería la forma de cobrarle, vecina te debo un favor muy grande muchas
gracias. Además aprovecharía para recoger a su propio hijo, matar dos pájaros
de un tiro esa es la expresión correcta. Golpe tras golpe seguido desde su
llegada nada salía como quería, Alejandro se volvió su mayor problema y vecino
más cercano por ahora.
Este día concluyo mejor de lo esperado por ambos chicos,
claro que su secreto no seguiría oculto cuando la madre de uno decidiera hacer
una visita sorpresa a la escuela y su vida de un giro inesperado. Esos cambios
pequeños tienen un efecto muchas veces contrario o más bien adverso sobre sus
vidas, Alejandro tomo una ducha para dormir y Eduardo prefirió ver una película
de acción. Sin embargo se quedó dormido a media película, se llamaba buscando a
Nemo y una de sus favoritas hasta ahora.
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