Historias

Criando Al Hijo De Mi crush Capítulo 16: Visita A La Casa De Mike

Después del viaje a la playa Mike paso un tiempo distraído con Bruce, debido en parte a la carga de trabajo que le fue impuesta por sus superiores y por otro lado a la llamada de la mujer misteriosa de esa noche, la cual nunca volvió a hacer contacto con él. Mike trato de alguna forma de hondar en sus pensamientos de los últimos años, pero nunca se consideró una persona que prestara mucha atención a los detalles con sus citas y mientras trataba de ocultar su preocupación en el exterior, continuaba su acercamiento a su amigo. Bruce en tanto pensaba en cómo sería la primera impresión con los padres de Mike, en el pasado este había intentado llevarlo en repetidas ocasiones a su morada y ahora que finalmente se presentó la oportunidad de llegar a tenerlos de frente en su propio hábitat, las dudas saltaron en su cabeza.

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En el auto de Mike

En tanto Bruce y Miguel se familiarizaban con el recorrido a casa de Mike, este conducía tranquilamente con la radio de fondo para darle tiempo a Bruce y aunque estuvo pendiente de su comportamiento tras fijar la fecha, trato de restar importancia al asunto pues lo vio normal. Desde el fondo de su corazón esperaba que sus padres lo vieran como es, sus padres nunca acostumbraban mirar a las personas por encima de sus hombros y eran conocidas por hacerse muchos amigos en el tiempo de vivir ahí, incluso la abuela solía visitar a sus amigas seguido. Cuando finalmente se veía a la distancia la casa de los progenitores, Mike señalo su hogar con el dedo empezando a contar un poco de la historia de ahí y Bruce se acomodaba un poco la ropa, ante las risas de un despreocupado Mike que conducía el auto.

Mike: Mira Bruce por ahí se encuentra la casa de mis padres.

Bruce: Puedes ser más específico con el color de la vivienda.

Mike: Esa casa de color verde con reja metálica, la que tiene un árbol en el frente y un pequeño jardín en el frente. Originalmente la casa perteneció a mis abuelos en primer lugar, pero mi abuela permitió a mi padre mudarse tras hacerse viejos y aprovechando su relación. Si puedo resumirte en tres palabras la relación de mi abuela y mi madre, estas serían: confianza, comprensión y familiaridad.

Bruce: ¿Entonces no creciste en esta zona?

Mike: No soy bueno para los detalles en cuanto a recordar el pasado, pero papa solía decir que vivíamos más cerca de la ciudad y la casa también era pequeña. La casa es de los padres de mi papa, pero cuando mi abuela murió, la propiedad paso a ser de mi padre.

Bruce: ¿Y tu abuelo? Aun te acuerdas de él.

Mike: Mi abuelo murió tiempo después de mi nacimiento, de hecho, mi nombre me lo dio el. 

Bruce: Cuéntame más de la historia de tu familia.

Mike: Mi padre se llama Eduard y mi madre Emily. Siempre hemos sido una familia pequeña desde los inicios, empezando por mis abuelos que tuvieron solo 3 hijos y los cuales suelen comunicarse poco con mis padres.

Bruce: ¿Hace cuando vives en esta casa?

Mike: Mas de 10 años, pero mis abuelos pasaron más de 40 años en ella, la casa ha sido remodelada en varias ocasiones para evitar el paso del tiempo y pese a ello, puedes notar los signos de la edad en ella. Inicialmente todo este lugar podía considerarse un lote baldío, sin embargo, conforme la ciudad se expandió a su alrededor con casas y personas. Los servicios básicos se hicieron presentes como una mejora y se volvió más seguro.

Bruce: Al menos siento que ya conozco más de ti.

Mike: Recuerda que mis padres no muerden y yo tampoco. A menos que tú quieres.

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En frente de la casa de los padres de Mike

Finalmente, los tres hombres llegaron a su destino tras un viaje en carretera, Bruce se tomó unos segundos para ordenar la información en su cabeza y Mike procedió a tocar el timbre de la casa para avisar a sus padres de su llegada, además tomo la mano de Bruce. Sin importar la reacción de sus progenitores le quería transmitir su confianza, su corazón todavía seguía incomodo por el incidente de la llamada, pero tenía a Bruce y estaba feliz de llevarlo consigo, pese a las aventuras que pudo tener en el pasado con chicas. Tras tocar el timbre tres veces seguidas por costumbre, una pareja de hombre y mujer salieron del interior de la casa.

A simple vista se veían como dos personas de mediana edad, las cuales parecían estar muy alegres de ver a su hijo y sonriendo, gritaron el nombre de su hijo, Mike no mentía sobre la relación con los propietarios de la casa a juzgar por su actitud.

Primero vio a un hombre de mediana edad, entre 40 y 50 años que venía en compañía de una mujer de edad similar con los brazos abiertos y mostrando su felicidad por la visita del hijo. El hombre vestía una camisa azul de botones, un pantalón liso color café y sandalias, de su aspecto físico se veía robusto sin llegar a gordo y cabello corto, sus ojos de color negro y pequeñas marcas del tiempo en su cara. Su tono de su piel claro contrataba con el tono de piel de la esposa, la cual traía puesto un vestido de color verde agua hasta las rodillas y huaraches de correa, a diferencia de su esposo. El cabello largo ligeramente recogido a la altura de los hombros, sus ojos cafés y un collar que se apreciaba en el cuello.

Emily: ¡Finalmente has llegado a casa hijo!

Eduard: ¡Ha pasado mucho tiempo desde tu última visita!

Mike: Solo fueron un par de meses de mi estancia en casa, me hacen quedar mal en frente de Bruce y su hijo. Va a pensar que soy un mal hijo.

Emily: Me alegra que hayas podido traer a tu amigo contigo, creí que tu amigo estaba muy ocupado con el trabajo, pero es bueno poder conocerlo.

Bruce: Mi nombre es Bruce y este es mi hijo Miguel, mucho en conocerla señora.

Emily: No tienes que ser tan formal para dirigirme la palabra, puedes llamarme mama o usar mi nombre si tú lo prefieres. Eres casi de la familia por lo que me cuenta mi hijo de ti.

Eduard: Espero hayan tenido un buen viaje hasta la casa, es la primera vez que Mike trae a un amigo para conocer nuestro hogar y nosotros salimos muy poco de aquí.

Bruce: ¡Mucho gusto! Mike me ha contado de ustedes de camino acá.

Emily: ¿Y tú pequeño?

Miguel: Mi nombre es Miguel

Emily: Te gustaría un recorrido por mi humilde casa. Actualmente no tengo nietos, pero puedes llamarme abuela si tú quieres.

Miguel: Yo tengo una abuela en la ciudad.

Mike: Mama es el hijo de mi amigo, me resulta raro si te llama abuela. No puedes esperar un par de años hasta que tenga los míos.

Emily: Ya tienes 30 años y ni siquiera tienes una novia, estoy preparada hace tiempo para criar a tus hijos, pero tu pareces vivir en tu propio mundo y puedo empezar a practicar con Miguel.

Bruce: Si tu madre está de acuerdo, Miguel puede llamarla abuela porque tener 2 abuelas siempre es mejor que una y estamos en confianza.

Emily: Ha pasado tanto desde que tenemos un niño en casa, desearía haber tenido más hijos.

Mike: Aun eres joven para tener un hijo más.

Emily: A mi edad es más fácil hacer el papel de abuela.

Eduard: Les parece si entran a la casa para continuar la conversación.

Tras cruzar la puerta en el exterior de la vivienda con el jardín del frente, pasando por un camino de piedras de diferentes tamaños en el suelo y un columpio que se veía colgando en el árbol, Bruce empezaba a ver de primera mano el estilo de decoración de la casa. Tal como Mike describió en un principio dentro del automóvil, la vivienda dejaba observar el paso del tiempo con las paredes agrietadas en parte y la pintura de aspecto opaco, se notaban dañadas. Sin embargo, se respiraba un aire limpio pues todo estaba en su lugar, además se veían varios muebles en la sala como: un juego de sofás, un mueble para la televisión, una pequeña mesa de cristal, sillas de madera, entre otros. Bruce fue guiado a sentarse en una silla con Mike, conforme escuchaba a Emily hablar de su mejor amigo y Eduard hacerle preguntas sobre su vida en la ciudad, se sentía más cómodo con el comportamiento de ellos.

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En la tarde (Casa de los padres de Mike)

Después una larga conversación hasta la hora de la comida con Mike y sus padres, ellos se sentaron a disfrutar una comida en el comedor con Bruce y tomaron una copa de vino espumoso, esta fue comprada en secreto por Mike como regalo. Mientras pasaban las horas Bruce exploraba la casa con ayuda de su amigo, este le mostro le mostro la habitación de su abuela para enseñarle sus fotos y Bruce tuviera una idea de cómo se veía, además de llevarlo a su propia habitación donde paso toda su infancia. Ahí Bruce se dedicó a observar las diferentes medallas que tenía Mike de concursos, la mayoría de carreras deportivas en sus antiguas escuelas por su participación en ellas y presumiendo su condición de atleta.

Mike: Esta es la habitación de mi difunta abuela.

Bruce: ¿Tienes alguna foto de ella? Está bien si dejo a Miguel con tus padres.

Mike: Aquí esta una. Cuando estoy triste me gusta venir a este lugar para ver sus recuerdos, tengo muchos sentimientos cada vez que visito su cuarto y a veces me da fuerza.

Bruce: Es bueno mantener siempre su recuerdo en tu memoria, me gustaría ver tu cuarto.

Mike: Esta al fondo de la casa. Normalmente me quedo muy poco en mi casa.

Al abrir la habitación en el final del pasillo finalmente pudo conocerlo Bruce, a simple vista se veía muy ordenado pues seguro Emily se hizo de cargo y una cama sencilla en la esquina. Un guardarropa, una mesa de noche, un mueble con diferentes fotos y recuerdos. Al caminar para ver las fotos sobre el mueble vio una foto de un bebe, obviamente se trataba de una versión más pequeña de Mike solo usando un pañal y sonriendo, además se podía preciar una marca de nacimiento en el lado derecho de su abdomen. Esto lo sorprendió pues recordó que Miguel tenía una similar en el mismo lado, pero solo podía considerarlo como una casualidad porque Mike seguía siendo un hombre soltero y paso a ver las fotos de niño.

Bruce: ¡Eras un bebe muy hermoso de pequeño!

Mike: Ahora he crecido para ser un hombre guapo. Eres la primera persona en ver mi cuarto.

Bruce: Yo pensaba que solías traer a tus amigos, seguido aquí o al menos jugabas con los chicos de la zona, me gustaría pensar que tu creciste con muchos niños alrededor de tu casa.

Mike: Recuerda que te dije que nos mudamos por mi abuela, así que no tengo demasiados conocidos en mis memorias de la infancia.

Bruce: Lo que hubiera dado por conocerte en esos años. Mis conocidos se mudaron en diferentes años con sus padres porque aceptaron trabajos diferentes y yo personalmente nunca he sido bueno para hablar con las personas.

Mike: De pequeño tuve más de un problema por ser temerario y se la pasaban llamando mi atención para corregir mi actitud… Mi abuela era entonces mi pilar de apoyo emocional.

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En la noche (Casa de los padres de Mike)

Al final de día Miguel cayo dormido en los brazos de los padres de Mike, quienes estaban muy contentos con el comportamiento del pequeño y en un momento se les cruzo en la mente, la idea de estar viendo a un pequeño Mike en su etapa infantil. El solo pensamiento de relacionarlo con su hijo parecía una completa locura, pues era el hijo de Bruce por la información que le brindo en una conversación en privado y si bien la duda persistía. Se trataba de su imaginación jugando con sus cabezas porque compartían varias similitudes, eso sin contar que no conocían de la existencia de la marca de nacimiento de Miguel o sino las preguntas continuarían.

Emily: Hijo sería bueno que acuesten a Miguel en tu casa, ustedes pueden dormir en el colchón de aire que compro tu padre o Bruce puede dormir en la cama. En tanto tú puedes dormir en el sofá de la sala porque pasar la noche en el suelo es incómodo.

Mike: ¡Si gracias mama! Dormiré en mi habitación con mis Bruce y Miguel.

Bruce: Gracias por su preocupación.

Eduard: Me alegra que trajeras contigo a tu hijo, es un divertido estar con un niño. A ver cuando mi hijo se da el gusto de formar una familia para darnos un nieto.

Mike: ¡Pasa bonita noche papa!

Emily: Yo también me iré a dormir con tu padre. Si necesitas algo pregunta a mi hijo.

Mike: ¿Quieres tomar una taza de café? Solo asegura a Miguel en la cama.

Bruce: ¡Buenas noches! Que descansen.

En la silenciosa noche dos hombres disfrutaban de una taza de café caliente, mientras abrían una nueva conversación sabiendo que estaban a solas para hablar y el pequeño Miguel dormía pacíficamente en la habitación con la luz encendida, los amigos tomaban sus manos.

Bruce: Tus padres son más amables a comparación de los míos y parecen todavía estar muy enamorados por la forma en cómo se ven, me das envidia en ese aspecto.  

Mike: Siento culpa de estar tanto tiempo fuera de mi casa, creo que sería bueno encontrar un trabajo más cerca de aquí o mínimo hacer visitas más seguidas.

Bruce: Entiendo cómo te sientes en ese aspecto, pero no creo haya un empleo más bueno. Parece una idea loca, pero si tuvieras una casa más grande, ellos podían estar mayor tiempo en tu casa en la ciudad en temporadas especiales y cumpleaños.

Mike: No es tan loca, pero dudo que acepten pasar más tiempo en la ciudad, ellos siempre les ha gustado darme mi espacio desde que me independice tras acabar la carrera.

Bruce: Tu deberías de saber que, a los ojos de los padres, la edad no pasa en cuanto se trata de pasar un tiempo en compañía de sus hijos o disfrutar en familia.

Mike: Tienes mucha razón.

Tras extenderse la conversación de los amantes a la luz de la luna, los hombres finalmente se fueron a la habitación para dormir en el colchón inflable y descansar sus ojos, la luz se colaba por la ventaba para iluminar las sombras de estos. Dormir juntos se estaba haciendo una costumbre desde la noche del cumpleaños de Bruce, pero Mike continuaba respetando su distancia con su amigo, pero a veces si le daba un beso y veía una ligera sonrisa en el otro, la cual seguía moviendo su corazón por un instante. Así termino el primer día de la visita de los hombres en la casa de Mike, pero mientras ellos dormían pacíficamente la madre de Miguel y sus planes para conocer a su hijo continuaban según lo acordado.

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