Historias

Criando Al Hijo De Mi Crush Capitulo 13: Un Dia En El Parque

Domingo por la mañana (Casa de Bruce)

El día iniciaba con los rayos del sol cubriendo la ciudad, Mike fue el primero en despertarse tras una buena noche de sueño y apenas abría los ojos cuando vio una vista que hizo saltar su corazón, se trataba de Bruce apoyado en su pecho durmiendo como un bebe. Tal fue la sorpresa del compañero de cama que aprovecho el momento, moviéndose con cuidado logro tomar su celular del buro junto a la cama e hizo una foto, no solo para guardar el recuerdo en su celular sino también le dio un suave beso de buenos días en la frente. El inconsciente Bruce ajeno de la situación seguía en el mundo de los sueños, Mike se levantó para ir hacer sus necesidades al baño de la habitación y posteriormente se dedicó a ver su celular en lo que despertaba el dueño de la casa, tenía algunos mensajes de su madre sin responder.

Este día Bruce ya tenía planeado asistir al parque de la ciudad con Miguel, debido a esto había configurado la alarma de su celular desde anoche y tan pronto como sonó, este abrió los ojos para darse cuenta que Mike ya estaba despierto del todo. Era tan diferente tenerlo de cerca a la hora de saludarlo en vez de solo mandar un mensaje, Mike correspondió a su saludo para bajar con este a la cocina de busca de comida y a la distancia un Miguel, ya despierto corrió a los brazos de su padre, llevaba algunas semanas insistiendo en su visita al parque.

Bruce: ¡Buenos días Mike! Llevas mucho tiempo despierto esperando.

Mike: ¡Buenos días Bruce! Desperté hace unos minutos apenas porque quería ir al baño.

Bruce: Debiste despertarme en ese caso porque igual tengo una salida, Miguel quiere ir al parque desde hace tiempo y si gustas puedes ir con nosotros.

Mike: No tengo nada en especial planeado para hoy, pero Miguel le gustara si me uno a ustedes porque me imagino quiere pasar el día contigo para variar.

Bruce: Últimamente te ve más seguido durante el trabajo por eso seguro se alegrará.

Mike: Te importaría si te ayudo con el desayuno, al menos para compensar tu amabilidad por dejarme pasar la noche en tu casa y distraerme un rato en el proceso.

Bruce: No es necesario que te molestes, pero si insistes puedes ayudarme con ello.

Miguel: ¡Papa buenos días! Ya podemos irnos al parque a comer helado

Bruce: Primero tenemos que desayunar, el parque no ira a ningún lado y recuerda que tenemos un invitado por ahora.

Mike: ¡Buenos días chico! ¿Tu papa me acaba de invitar para que vaya con ustedes, te gustaría que los lleve en mi auto para corresponderles?

Miguel: ¡Buenos días Mike! Como eres amigo de mi papa, no estoy seguro si pueda llamarte así o quizás tengo que llamarte tío, debido a que no tengo ninguno.

Mike: Puedes llamarme como desees porque tu papa y yo siempre hemos sido cercanos, igual no tengo sobrinos a excepción de algunos por parte de mis primos y primas.

Bruce: Es curioso que corrimos la misma suerte en ese aspecto

Mientras los hombres bajaban por las escaleras a la planta baja de la casa, Miguel abrazaba a su papa entre risas diciendo lo que quería comer y Mike veía como estos parecían estar acostumbrados a pasar sus mañanas con gran alegría, en tanto los seguía de cerca. Bruce bajo a Miguel para sentarlo sobre la barra de la cocina, posteriormente se dedicó a buscar en su refrigerador los ingredientes para su desayuno y colocándolos sobre la mesa, se daba cuenta que necesitaba hacer una visita pronto al supermercado. Quería sorprender a Mike con algo sencillo, pero a la vez rico para su desayuno, es bueno que estuviera practicando sus habilidades culinarias con su madre y ahora podía impresionarlo.

La comida no solo son ingredientes que seleccionas para un platillo, tienden a ser una mezcla de sentimientos que están presente a la hora de cocinarlos y se ve reflejado en la sazón de la persona que los elabora en el momento, Agatha decía cocina con alegría para consentir a tus seres queridos o aquellos que son especiales. Bruce podía considerarse afortunado de tener a una gran maestra en el oficio, tener siempre la comida lista a todo momento es un reto cuando eres un ama de casa y los deberes son una larga lista sin fin, además de cuidar a un hijo pequeño en la mayoría de las veces sin ayuda externa.

Bruce: ¿Te gustaría que prepare unos huevos fritos con tocino o quieres hot cakes con fruta?

Miguel: ¡Quiero panqueques para desayunar con yogurt!

Bruce: ¿Y tú Mike? Te gustaría algo en especial para comer.

Miguel: Los huevos fritos están perfectos, normalmente solo desayuno fruta o algo ligero.

Bruce: Entonces espera un poco

Mientras el dueño de la casa puso a calentar un sartén con algo de aceite, Mike se ocupó de romper los huevos en un recipiente por separado y batirlos, además de agregar algo de leche, sal y pimienta para dejarlos tiernos. Bruce agrego la mezcla a la sartén caliente que hizo salpicar gotas de aceite caliente, Miguel encendió la televisión en la sala para ver sus caricaturas tirado sobre la alfombra y dejo a los mayores encargarse de la comida, Mike veía como Bruce parecía un maestro a la hora de moverse en la cocina. Saco un bote de yogurt para servirlo en pequeños tazones de porcelana, preparo masa para hot cakes un recipiente separado para el rey de la casa y poco a poco la montaña de hot cakes se alzó, el aroma de la mantequilla inundo el ambiente de la habitación hasta llegar a la sala.

Bruce: ¡Hijo el desayuno está listo! ¿Quieres un poco de leche con él o una malteada?

Miguel: ¡Ya voy papa! Una malteada por favor papa.

Mike: Eres todo un profesional a la hora de cocinar, yo apenas si puedo cocinar para mi

Bruce: He tenido mucha practica con el tiempo, pero vamos siéntate, se nos hará tarde.

*******

Ese el día en el parque de la ciudad

Los dos amigos se encontraban sentados en una banca del parque, rodeados de una atmosfera de tranquilidad con una fuente de vista y el Miguel jugando en la resbaladilla, además de otros niños que estaban ahí en compañía de sus padres. Mike podía tomarse un respiro en un ambiente muy diferente a lo habitual, hace tanto que no gozaba de la tranquilidad de estar en contacto con su interior para ver la naturaleza y ahora se sentía en paz consigo mismo, normalmente los fines de semana se aburria mucho. La zona donde estaba su departamento siempre había ruido durante el día, a veces creía que la renta se consideraba excesiva para las molestias de vivir ahí y no se comparaba a lo experimentado con Bruce.

Mike: Sabes Bruce este lugar me recuerda a nuestra universidad, especialmente el campo de futbol en frente de los dormitorios de la facultad y su aire fresco en el verano.

Bruce: Tiene algunas similitudes con el lugar, sabes que me gustaría verlo de nuevo.

Mike: Ha pasado tanto tiempo desde la última vez, tú crees que nuestro cuarto siga igual.

Bruce: Es una universidad pública y apuesto que continua sin cambios, 8 años es muy poco.

Mike: Tienes razón el gobierno presta muy poca atención a las escuelas.  

Bruce: Te apuesto que todavía podemos ver los lugares donde paseábamos o solíamos divertimos de vez en cuando, hay demasiados recuerdos que se vienen a mi mente.

Mike: Debemos volver alguna vez…

Bruce: Si. Te gustaría comprar un helado

Mike: El clima es perfecto para comer uno, voy con Miguel para irnos por él.

Habían transcurrido alrededor de dos horas en su estancia en el parque, Mike se la estaba pasando en grande viendo a las personas en completa calma y tomando la sombra bajo los numerosos árboles que se extendían en la zona, un paraíso en medio de la agitada ciudad. Miguel tomo de la mano a su papa para ir por su helado, Mike tomo la otra mano para irse juntos ante las miradas de algunas personas y Mike se dio cuenta que los tiempos eran distintos, a sus 30 años podía darse cuenta de cuanto la sociedad dejaba un poco de los prejuicios. En la esquina contraria del parque estaba una heladería famosa, tanto por los lugareños de las cercanías que acudían a disfrutar de sus helados de sabores y vivir la experiencia.

Bruce tenía tiempo viendo publicaciones de este establecimiento en las redes, incluso conocía por compañeros del trabajo del buen servicio de los empleados y la excelente calidad de los productos que ofrecían a las personas, además de algunas promociones durante el fin de semana para los nuevos clientes que compraban por primera vez. Mike fue el primero en acercarse al mostrador para mirar la lista de sabores, le gustaban muy poco el dulce en su dieta por eso mantenía en forma y ahora quería hacer una excepción en su menú.

Mike: ¡Buenas tardes! Me gustaría comprar unos helados.

Vendedor: ¡Buenas tardes señor! Le gustaría algún sabor en especial, sino puedo mencionarle los sabores disponibles y nuestra promoción del 2X1.

Mike: Bien. Quiero escuchar los sabores que tiene para elegir…

Vendedor: Tenemos café, galleta, vainilla, chocolate, cajeta, mamey, vainilla c/uva, pingüino, napolitano, zarzamora, capuchino, nuez, vainilla francesa, cereza, nuez c/chocolate, chicle, nuez c/fresa, 3 chocolates, choco almendra, pie de limón, nuez pecana, pistache, amaretto, choco menta, piñón, arándano, chocolate, queso, gansito, etc.

Bruce: Son mas sabores de los que he visto en mi vida

Miguel: Puedo pedir uno de cada uno para llevar o comerlos aquí.

Mike: Es mucho dulce para un día, si acaso puedes elegir dos sabores.

Bruce: Si comes mucho azúcar tendré que llevarte con el doctor para revisarte los dientes.

Miguel: No me gusta el olor a medicina y en especial los doctores, las agujas me dan miedo.

Mike: Yo quiero mi helado de pistache con limón.

Bruce: El mío de zarzamora con nuez.

Vendedor: ¿Y tú pequeño de que sabor lo quieres?

Miguel: No soy pequeño me llamo Miguel y quiero chocolate con fresa.

Vendedor: Pueden sentarse en una mesa y enseguida se los llevo.

El vendedor procedió a preparar cada uno de los pedidos de los clientes, coloco dos bolas de helado en un tazón con galletas y chispas para decorar, además de una cuchara. Luego los puso en una charola para llevarlos a la mesa, ubico uno a uno en frente de ellos para decirles que estaba a sus órdenes y volver a su puesto detrás del mostrador.

Vendedor: Muy bien caballeros aquí están sus helados, siéntanse libres de llamarme si necesitan algo más. Estoy para servirles

Bruce: ¡Es muy amable su parte y gracias! Por ahora es todo.

Mientras los hombres disfrutaban del helado cuchara a cuchara, el vendedor seguía recibiendo a las personas que acudían al establecimiento o simplemente pasaban a preguntar por sus productos en la puerta, Miguel disfrutaba cada probada que daba a su helado.

Miguel: Ha sido un día maravilloso en el parque y lo mejor es el helado.

Bruce: Yo siempre cumplo mis promesas contigo.

Miguel: Puede ser verdad, pero tardaste tanto que pensaba nunca lo cumplirías.

Mike: Es normal por las obligaciones de tu padre en la empresa.

Bruce: Él sabe perfectamente como está la situación en la empresa.

Miguel: Gracias papa por el paseo y a ti Mike por el helado.

El resto de la tarde marco la separación de Bruce con Mike, pues este último regreso a su casa para prepararse para el día de mañana y agradeció a su viejo amigo por todo lo vivido, regresando con una sonrisa en la cara por la experiencia de su convivencia.

*******

En otra parte de la ciudad una misteriosa mujer hacia su aparición en su casa, había estado tres años fuera estudiando su carrera en el extranjero y finalmente podía volver a pisar la tierra que la vio crecer por tanto tiempo, ahora estaba dispuesta a recuperar el tiempo con su hijo. Desde su separación en esa fría noche de tormenta en el pasado, seguía contando los días para reunirse finalmente con él y quería ver si realmente tomo la decisión correcta. Además, debería de hablar sobre la situación con el padre del niño y solucionar todo. Sin embargo, no tenía claro cómo proceder para que confiaran en ella, podía ser considerada una extraña a los ojos del padre adoptivo de su hijo y necesitaba actuar con calma.

Continuara…

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