El Imperio De Los Dragones

El origen de está historia ser remonta a milenios en la historia de los dragones y la tierra en el principio de los tiempo, los humanos una creación directa de los dragones para cuidar de la tierra y la única especie inteligente después de los dragones. Aunque la convivencia con las personas era limitada por diferencias, el hombre comenzó a adorarlos como si fueran dioses en sus culturas por la nobleza y todas los buenos valores que representaban en el mundo a su alrededor.

Sin embargo no todos los dragones veían con buenos ojos a la especie humana en la tierra, aún así el gran dragón sabio confiaba plenamente en la bondad de la naturaleza de su creación y estaba decidido a dejarlos a cargo del planeta para mantener el orden natural de las cosas. Convencido de su idea de heredar su hogar a los humanos en vida, se marcharon a la dimensión de los dragones en un plano diferente y ahí observarán la evolución de los personas como una especie dominante.

Quizás fue un error muy grande dejar un lienzo en blanco a los hombres para plasmar su ideas, ellos pronto se hicieron conscientes de la ausencia de sus dioses como guías y terminaron por corromper su bondad interior para reemplazarla la maldad. Prácticamente empezaron a matar los diversos ecosistemas de la tierra, desarrollaron la ciencia en una dirección incorrecta como un arma de destrucción y eliminaron de paso a los seres vivos que compartían su hogar desde el inicio de los tiempos con los dragones.

El Consejo Supremo de Dragones la autoridad máxima de los dragones en su dimensión, empezaba a cansarse de la arrogancia del hombre y su ambición continúa por ganar control sobretodo lo que está a su alcance con máquinas. Incluso estaban tratando de poner el espacio exterior a su alcance con su tecnología, trataban de escapar de todo el mal hecho por siglos de contaminación y consumo excesivo de los recursos naturales en su planetas.

El gran dragón sabio estaba a favor de la convivencia de los dragones y humanos, debido a las palabras de su mentor tenían dos opciones a considerar; restaurar el planeta a su estado original para salvar a los hombres o simplemente purgarlos de la faz de la tierra para limpiar su propio error. La decisión tenía que tener suficientes pruebas para proceder y la mejor idea era enviar a un dragón para verificar la maldad de los humanos.